Presentación

Un grupo de amigos hemos decidido poner en la red el libro, “49 RESPUESTAS A LA AVENTURA DEL PENSAMIENTO”, porque creemos que es especial. Su autor, Eduardo Pérez de Carrera, nos sugiere a lo largo de sus páginas nuevas formas de percibir nuestra vida, de entender la Historia, de interpretar la realidad que nos rodea. Nuestro propósito es convertir este sitio en un espacio abierto de reflexión donde tengan cabida todos los comentarios que se nos hagan llegar sobre lo que a cada cuál le sugieran o le hagan sentir los párrafos del libro. Nosotros nos limitamos a publicar cada quince días un nuevo párrafo y a invitaros a que participéis.

15 dic 2010

Textos 2.11 y 2.12

2.11 "Además, el ser humano aprieta los puños, mueve los labios, hace muecas, automatiza movimientos, en definitiva tiene manías que le particularizan. Son muchas veces atavismos que le proporcionan seguridad, como un código de ritos en los que se refugian sus miedos y desde los que se refrenan emociones. Hay quien se toca una ceja, hay quien se rasca con fruicción la palma de una mano, algunos no pueden pensar si no establecen un andamiaje de sujección sobre el que apoyar la cabeza, como relevando de su peso al titán Atlas; otros voltean los brazos como aspas de molino mientras hablan, los hay que gesticulan como tragándose las palabras mientras escuchan..."


2.12 "Hay un código interminable de adicciones a movimientos; cortarlos o reprimirlos podría proporcionar inseguridad o desprotección; sin ellos hay quien se encontraría desnudo; pero ¿qué son?; en ocasiones son familiares, están presentes en toda una saga como si estuvieran asociados a la genética; una mezcla entre matices miméticos y desviaciones caracterológicas hormonales."

1 dic 2010

Texto 2.10

2.10 "Los antiguos brahmanes ya sabían que con sólo el movimiento de una mano se produce un cambio de estado y se modifica la actitud. Estas posturas a veces estáticas o dinámicas los mudras acompañadas de respiraciones rítmicas y precisas que algunas de ellas están marcadamente presentes en todas las iconografías existentes producen unos resultados sorprendentes. No de una manera tan precisa, quizá a veces de forma intuitiva o heredada de viejos cultos, también son utilizadas habitualmente como forma de rito o rezo social; todo ello tendría una importancia relativa si los movimientos automáticos reflejos más allá del ejemplo de la mano no estuvieran presentes en la conducta habitual de todos los seres humanos. Cada pueblo es adicto a determinados movimientos y posturas, incluso a una específica forma de mirar. Son rasgos propios de sus raíces culturales, sus ritmos, sus danzas, sus pictogramas, su idioma... y tantas cosas más.