4.1 "Hestia, la diosa
virgen del fuego, representó la pureza, pero difícilmente se entendió la
inmensidad del sentido simbólico de su arquetipo".
4.2 "Se nos ha
transmitido la pureza como lo estático, lo intocado, lo que no es posible
mancillar ni contaminar. Probablemente el sentido de la pureza no es factible
entenderlo si cada uno no desarrolla su propia experiencia, si cada persona no
llega a ver con sus propios ojos, o a oír sus propios sonidos, o a definir su
propia relación con su naturaleza, con el mundo, con el cosmos, con la esencia,
con su alma".
COMENTARIO DEL AVENTURERO
Desde la
interpretación que la religión ha dado al Cristianismo, con la Virgen como
ideal de mujer y la inmaculada concepción como emblema de pureza, se ha castrado
la feminidad limitando su fuerza y expresión.
Al principio
con un ostracismo social y una anulación sexual que las relegaba como mero
género de apoyo y después, prostituyendo su identidad al intentar convertirse
en lo masculino sin respetar su esencia.
Puede que
este arquetipo mal entendido haya lastrado a cientos de generaciones pasadas y
que aún hoy nos siga lastrando, pues en lo que entendemos como poder o
independencia de la mujer, lo que hay es culto a la masculinidad, y no un
encuentro con su misma esencia.
Mientras
sigamos confundiendo la igualdad de derechos de la mujer con igualar actitudes
y cualidades, estaremos contribuyendo a mutilar una sensibilidad femenina que
le es propia