Presentación

Un grupo de amigos hemos decidido poner en la red el libro, “49 RESPUESTAS A LA AVENTURA DEL PENSAMIENTO”, porque creemos que es especial. Su autor, Eduardo Pérez de Carrera, nos sugiere a lo largo de sus páginas nuevas formas de percibir nuestra vida, de entender la Historia, de interpretar la realidad que nos rodea. Nuestro propósito es convertir este sitio en un espacio abierto de reflexión donde tengan cabida todos los comentarios que se nos hagan llegar sobre lo que a cada cuál le sugieran o le hagan sentir los párrafos del libro. Nosotros nos limitamos a publicar cada quince días un nuevo párrafo y a invitaros a que participéis.

15 ene 2012

Texto 3.13

3.13 "Se podrían sugerir algunos datos desde un punto de vista simbólico, y en cierta manera especulativos al no ser determinados por un análisis pormenorizado; si cada espacio facilita el desarrollo de ciertos valores, capacidades y hasta arquetipos, significa que cada lugar está protegido o embrujado por sus propias piedras, y sus elementos sagrados o mágicos sepultan y a veces desentierran sus secretos..."

42 comentarios:

EL AVENTURERO dijo...

¿Qué tiene que ver un lugar con sus valores? ¿Qué son los valores más allá de un criterio moral? ¿Cómo nos marcan en cada sociedad? ¿Estamos actuando en contra o a favor de esos valores?

Podría existir una inercia social que gire nuestras pupilas hacia otros lugares para imitar sus valores o arquetipos, en vez de escuchar el rumor de la tierra que pisamos y desentrañar sus misterios únicos.

Me pregunto si vivimos percibiendo el latido de un espacio con la frustración de no saber descifrar sus claves o incluso de actuar en contra de esas claves propias. Me pregunto si ese latido impulsa al ser humano hacia tendencias diferentes en cada rincón del mundo, a pesar de vivir en el espejismo de la igualdad, pretendiendo ser y estar como son y están los demás.

¿Descifrando ese rumor de la tierra es como surgen los valores, capacidades o arquetipos? ¿Qué o quién los marca, transcribe o inventa? ¿Es capaz una sociedad de interpretar el significado oculto del espacio en el que vive o nace?

¿De qué depende que los secretos se sepulten o se desentierren? Quizá del conocimiento al que se acerque cada individuo. Quizá de la intención de búsqueda sobre todo aquello que intuimos bajo nuestros pies, quizá de descubrir que todos esos secretos no están siempre ocultos entre rocas y extensiones de tierra, sino emparedados entre los muros de una razón todavía demasiado asustada.

Inés dijo...

Has preguntado un mundo, Aventurero.
Los valores de un lugar son los dones que ese espacio regala.
No entiendo de criterios morales, sino de responsabilidad. Primero desde el individuo, pero por supuesto dentro de su sociedad.
Deberíamos girar nuestras pupilas y aprender de otros pueblos, los que aún luchan por no perder el contacto con su tierra, aunque se mueran de hambre. Esos pueblos que han generado hombres capaces de transcender su espacio físico y enseñarnos los mensajes esenciales, los eternos.
Lo que hacen nuestras sociedades es lo contrario. Acallar las voces demasiado claras, demasiado despiertas, porque la lucidez es y ha sido siempre peligrosa, no para las sociedades sino para los poderes que intentan aborregarlas.
Sí a percibir el rumor de la propia tierra, porque no es sólo un rumor externo, es identificarte con lo propio, para poder construir a partir de tus habilidades, de tus herramientas, únicas para cada uno, comunes en un entorno. Eso es lo que hacen nuestras células "inmunes" en primer lugar: identificar lo propio de lo extraño.
Sólo así son capaces de adaptarse a lo extraño y a veces, ser "tolerantes".
Tu último párrafo lo comparto absolutamente.
Agradezco infinitamente tu provocación. Si sólo la mitad de los que visitan este espacio, aportaran su particular mirada hacia sus lugares, sus colores y sus ritmos, no sólo nos descubrirían sus aromas y sus músicas. Lo más importante es que se las estarían descubriendo a ellos mismos. Porque el acto de compartir, de dar, es siempre mucho más generoso para el que comparte.
(Pido disculpas de antemano por la rapidez con la que me "arranco" sin quizás haberlo meditado. Así lo siento

Afrodita dijo...

Me sobrecoge la seguridad que, por lo que siempre se desprende de lo que escribes, tienes en ti misma; se te percibe convencida de estar en posesión de la verdad.
Sueles también hablar (bueno, en otros comentarios) del saber, del conocimiento; y valoras más que nada, o es la sensación que da, saber física, o química, y estar perfectamente enterado/a de qué es un aminoácido o una proteína; que serán muy importantes, no me voy yo a atrever a dudarlo, pero, no sé, algunas personas trasmitís no sé qué sensación de estar opinando que el que no conoce determinadas materias está perdido, y que no tiene nada que hacer en este mundo, ni para su propia evolución ni para nada que vaya a tener alguna trascendencia, o incidencia, para el Cosmos en el que, imagino, cabrán tantas formas de pensar, y de hacer, y de sentir.
Y tu afán por la tierra, y por qué es lo que se come, y por estar bien alimentado. Yo sin embargo pienso que los humanos necesitamos muy poquito alimento, y muy sencillo, para sobrevivir.
Otra cosa que me chirría bastante es cuando dices que no entiendes de criterios morales; a mí personalmente me parece que son inexcusables, y que no podría vivir sin ellos aunque no tendría, ni tengo, inconveniente en llamarlos criterios éticos.
Otra cosa que para ti entiendo como secundaria es el individuo; según entiendo das más importancia a la sociedad en que cada individuo vive. Yo sin embargo creo que lo primordial es el individuo. Ninguna sociedad sería nada, ni para bien ni para mal, si no fuese por qué a cada instante, con cada pequeño acto o pensamiento, error o acierto, cada individuo la va de a poquitos forjando.
En fin, que en el mundo somos muchos, pero qué distintos todos y qué visiones tan dispares de todo.

El Aventurero dijo...

No sé qué es lo que está pasando en el blog, pero está habiendo dificultades y varias personas me han comunicado que no están pudiendo hacer sus comentarios. Intentaremos arreglarlo lo antes posible. Disculpad las molestias.

Afrodita dijo...

Y otra cosa que le pasa, aunque importa menos, es que la hora que refleja es siete hacia atrás. El comentario que yo puse a Inés lo envié a las 19:31.
¡¡¡Con lo bien que funcionaba antes!!!

Inés dijo...

Querida señora,
Le sobrecoge que muy de vez en cuando me valga de lo poco que he experimentado o concluído sobre mi trabajo para hacerme comprender otras cosas más allá de mi cuerpo.
Le parece etéreo, simplón o irrelevante que hable de nubes y cielos o lunas.
Detesta mi música.
Y me ha malinterpretado desde el principio cuando hablo del alimento, precisamente no del sobrealimento.
Cuando me ha salido algún poema, directamente se ha escandalizado o ha sentido pavor.
¿Y que quiere usted que yo le haga? como bien dice su compañero Enrique es cuestión de empatías o de su antónimo.
A mi no me chirría nada de usted, sólo la siento un poco agria en su personaje, por supuesto. Estoy segura de "que las cosas no son lo que parecen"
Lo único que no tolero es que me responsabilice de su sensación de que si no conoce algo de la ciencia canónica no se pueda llegar a alcanzar grados de evolución. Eso jamás me lo ha leído. Precisamente yo intento aprender de la sabiduría innata de las personas más sencillas con las que me relaciono normalmente. Vaya a buscar dónde lo dije las tantas veces que lo he dicho. A si que por favor, no manipule mis palabras. Y aprendo de los niños, no sabe usted todo lo que te enseñan y te redescubren, porque su mirada es mucho más limpia y porque conservan la cándida luz de la inocencia.
Lamento que mi mensaje no le llegue traducido como a mí me llegó. Eso demuestra que nuestros moldes y nuestros espacios y nuestras trayectorias no son las mismas. Pero no importa.
A mí si me llegaron algunos de los suyos, los que hace cuando comenta el texto y lo que para usted significa.

Sólo hay una cosa que me atrevería a pedirle, que me acerque su mirada a esos valores morales o éticos o como quiera llamarlos, que se asome aquí mostrando sus capacidades, que las tendrá mucho mejores que las mías, debido a sus experiencias de vida en sus espacios y que me demuestre en qué mi visión está equivocada para que pueda aprender de usted. Me encantaría.
Yo siento por usted un gran respeto y lamento hacerle enfadar tanto.
¡Si hasta un día le saqué a bailar y no tomó mi mano!
En el mundo somos muchos, y creo que todos no somos tan distintos.
Mi sensación es que nos parecemos bastante más de lo que creemos.

Afrodita dijo...

Estoy absolutamente convencida de que mis capacidades no son en nada mejores que las de usted; y no le puedo demostrar, como me pide, que su visión esté equivocada, porque no sé si lo está o no lo está, ni sé tampoco si está equivocada o no la mía. Sólo he dicho que la suya y la mía son muy distintas, y eso no me negará que es cierto.
No entiendo por qué me llama "señora" (pero yo muy obediente he seguido tratándola de usted); siempre hemos discutino tuteándonos, pero, si usted lo prefiere así...
Y dice también "su compañero Enrique", que por cierto, para qué voy a negarlo, me cae muy bien; pero es compañero de todos, también de usted, no sólo mío.
Y no me he escandalizado nunca de ninguno de los poemas de usted; no diga, por favor, cosas que no son.
La música es verdad que no me gusta; pero no la que usted pone en el blog, es que no me gusta ninguna música.
Puedo entender que usted eso no lo comprenda, pero que me regañe por ello tiene tan poco sentido como que me regañase porque no me gustara...yo qué sé, que no me gustara pasear bajo la lluvia (que no me gusta, por cierto, aunque es muy saludable y muy de la naturaleza).
De todos modos, y como pura opinión, a mí no me parece mal eso de pelearse un poco.
Siempre me estoy quejando de que el blog resulta frío; todos tan comedidos y tan distantes.

Afrodita dijo...

Y ahora, la hora está más descabalada todavía; en mi ordenador son exactamente las 22:48

Inés dijo...

Sabes Afrodita, tu a mí me caes genial, en serio. Yo no te regaño, y te he llamado "señora" porque mil veces me dijiste que creías que yo te imaginaba como si fueras una niña.. ya sabes. Y te tomas siempre muy personalmente las cosas que comento. Me apenó de veras que mi comentario sobre el sentido del tiempo, que para nada era como lo interpretaste, cuando dije eso sólo se siente, no me refería a que tú no pudieras sentirlo así, sino al revés, a que yo no era capaz de comunicar algo que es "intangible".
Yo no quiero pelearme contigo, quiero aprender contigo y lo hago. Y me gustaría si no me equivoco, que hablaras de lo que sientes cuando pintas, o cuando escribes, o cuando te encuentras un gato o un animal perdido y quieres cuidarlo, y que sientes cuando te ríes, o cuando miras a los niños o a los mayores. Enfín, eso sólo es un deseo mío. Lo único que no me gusta es que se juzgue a los demás.
Yo no soy nada fría. Por eso a mí este diseño del blog me parece perfecto, interactivo. Los siguientes comentarios hablarán sobre el texto y cada quien tendrá su espacio para el diálogo. Lo del reloj, además me parece divertido, que salgan esas horas, cuando a las 4 de la mañana , estamos con nuestra noche y nuestra melatonina (risas)
Y un abrazo -virtual-.

Afrodita dijo...

Hace años vi un documental en televisión, un reportaje del hotel Chelsea de Nueva York, que luego creo que lo cerraron, o reformaron, o algo, porque por lo visto era muy viejo y estaba bastante ruinoso. Pero allí, en el reportaje, se contaba que era un lugar al que acudían artistas en busca de inspiración porque decían — los artistas mismos, porque así lo sentían, no porque ninguna publicidad los sugestionara — que cuando “sientes la cabeza vacía — recuerdo las palabras de uno que era, por entonces, uno de los modernos de la época, muy famoso y de aspecto algo así como punk — y que no tienes en ella ni una sola idea” allí las cosas cambiaban y se sentían capaces de crear.
No sé si el autor se refiere en el texto a otro tipo de lugares, esos lugares emblemáticos de la historia como puedan ser las pirámides, o templos o catedrales construidos, como hemos visto en textos anteriores, cuidadosamente y teniendo en cuenta la orientación o sobre qué suelo está construido para que las energías (¿son las telúricas?) les sean más favorables y acordes con a qué están destinados.
Pero en la vida corriente, y en las construcciones normales también ocurre sin que haya para ello una explicación racional ese tipo de cosas. En el caso del Chelsea, por seguir con el ejemplo, construido (me figuro) en mitad de una hilera de edificios en una calle como tantas otras no parece muy probable que nadie fuera a esmerarse en que tuviera determinadas cualidades.
Pero parece que las tenía o, si no las tenía de origen (que no las tendría) tal vez alguien tuvo allí una inspiración que no tuvo antes, o que no tuvo en otra parte, y se corrió la voz y arraigo en la mente de las gentes la idea de que facilitaba la creatividad. Y esa especie de fe termino siendo lo que de verdad la propiciaba.
De todos modos, vaya nadie a saber qué se activa o desactiva dentro de cada quién y qué hace clic en qué resorte, hay lugares que sin saber por qué y sin que haya nada en su aspecto, ni en sus objetos, ni en su decoración, resultan gratos. A mí me ocurre — esto ya es pura anécdota — que en la cafetería a la que acudo a comer todos los días siento un bienestar delicioso, hasta el extremo de que me demoro, después de comer, y eso que protesto todo lo que quiero por la prohibición de fumar… Y la llamo yo “mi cuarto de estar” cuando, encima, no suelen gustarme las cafeterías. Incluso me ha ocurrido a veces (como si fuera el Chelsea) que después de días o semanas sin ser capaz de escribir una frase y cortita, allí, de repente, he llenado hojas apresuradas de un cuadernito, como si no me diese tiempo a escribir a la velocidad a que pensaba.

Afrodita dijo...

De acuerdo, Inés. Reconozco que a veces puedo ser bastante brusca, y reconozco también poder no tener razón en muchas ocasiones o tenerla desde mi prisma, y reconozco también que el prisma particular de cada uno es imposible de trasmitir.
De cualquier modo - te lo digo de veras - cosas que a veces dices y por las que discuto no las percibo como hirientes o dichas con intención de molestar. Vamos, que no veo hostilidad en ti.
Así que... Recibe, tú también, un abrazo - virtual también-.

Inés dijo...

Me llegaron tus miradas, sonó como una balada suave y serena. Las palabras tienen música. Escuché la tuya. Te imaginé escribiendo en esa cafetería. Yo también lo he hecho alguna vez y en un barco y en un tren y en una servilleta de papel...y sin papel.
Gracias por tu "valor".

Nuba dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=03_ZzsHH2mA&feature=related

Bárbara dijo...

Tienen los valores que ver con "el valor"? Tienen algo que ver con la posibilidad de vencer el miedo? Alguien capaz de relacionarlo en la sala?

Anonimo der Guadarquiví dijo...

Y el valor con la velocidad del velo ??

Afrodita dijo...

Pues así de repente y bote pronto lo primero que se me ocurriría es que no; que son cosas distintas y que "valores" hace referencia a algo más...?sutil, a lo mejor?; quiero decir a algo más arraigado en el "yo" por cuestiones culturales o por lo que sea, mientras que valor lo asocio con arojo o intrepidez.
Pero también se me ocurre que hace falta valor para vencer el miedo de luchar por los valores o - que también puede ser - desterrarlos si (que a veces pasa) son de poco valor.
Mira, me he liado incorporando una tercera acepción.

Bhakta dijo...

La sociedad materialista en la que vivimos hace imprescindible armarse de valor a la hora de defender determinados valores. Muchas veces te ven como un bicho raro si decides hacer lo correcto y no mirar por tí, sino por los demás.
Hay que tener valor para evitar el egoismo, para ser humilde y entregarse a Dios.
Valores, actitudes, niyamas......... pienso que realmente hay que tener valor para defenderlos ante los demás.
Respecto a la velocidad del velo entiendo que te refieres al velo que tenemos tras el alma, el que nos inpide sentir esa chispa divina.
La potenciación de esos valores, entre otras cosas, es lo que influye en la velocidad de retirada del velo. Para ello no sólo hay que tener valor. Hoy en día hay que ser practicamente un superhombre.

luz dijo...

¡Claro que me cayeron como el secreto de un dios!. Como el secreto de un dios que se tejía entre esmeraldas a la luz de las estrellas.
Siguió cantando mi neurona con un coctel de chispitas de lunas rellenas...
Bien rellenas de esos dichos que no dicen palabras que hablan con otras formas...
Suben desde abajo para juntarse con las de arriba.
Y pude formar un collar de perlitas, como para una gargantilla.
Tengo en la cabeza metida un guirigay de piedras, piedrinas, meños, pedruscos, que...¡¡¡Me quedo con las preciosas y con las que mueve el corazón nadando en un agua que entra y sale, cargadita de respiros!!!...Electricidad, electricidad, electricidad que sale y entra que entra y sale.
...Porque oíle sandunguero, algo como ”un ábrete sésamo”, que pone al movimiento esas piedritas cristalinas ende la piel de mi secreto...¡cielitos!.

“Arroyo claro,
fuente serena,
¿quién te lava el pañuelo,
saber quisiera...”(popular)

Afrodita dijo...

De verdad que me da una pena todos estos días que entro en el blog y faltáis constantemente tantos de los habituales ¿Pero por qué no os descargáis el Firefox? Funciona sin ningún problema.
¡¡¡Que se os echa de menos, caramba!!!
Si "Todo" en la vida está modificando algo, tanto cuando es como cuando no es y cuando está como cuando no está, este lugar, el blog, se está viendo de alguna forma afectado, en su esencia, en su para qué, notando vuestra ausencia.
Muchas veces pienso en cuando, alguna vez, dentro de muchos años, alguien, un desconocido lo abra, al azar quizás, y se pasee y merodee por todo cuanto habremos ido escribiendo a lo largo de años...
Y, no sé, siento una especie de ilusión o emoción porque permanezca, aunque nadie pueda poner caras ni nombres a quienes participamos en él.
Y me viene una lágrima al ojo, y todo.

Eolo dijo...

Y decidido me vi carnal, con la flecha de la estrella, la luz de un sol y la sombra de esa luna. Sin ver nada, me cantó la mañana equilibrada, la tarde adormecida y la noche intensa. Esperando, y esperando que del árbol cayese la hoja rota.

Mercurio, sangre y libra, para un paseo de heridas y huellas, destinos y curvas.

Cuando asomé, cálido el aire, cimbraba el mar de gusto por verse mar. Aletas y sirenas siseando las olas para sentirse espuma, el sueño del agua por ser aire, y el del aire por amar. Siesta serena, siesta que se sueña asestada por un puñal, siesta de bebé que lanza el ayer. Puñal del pozo cortando al hablar.

En los naranjos crecido, aguarda la esquina esquiva la vara de la musa mohína, de tanto susurrar a la madre que pinche el botón dormido de un paso allá, y el otro también. Madrid no espera madre, que ya tiene manto y manantial, madroño y madrugá.

Manolo dijo...

En nuestro sistema educativo se ha dado prioridad absoluta a la razón, como medio para adquirir nuevos conocimientos y descubrir o desvelar aquello que ignoramos de la realidad en que vivimos. Sin embargo, se admite con naturalidad que los nuevos hallazgos, sea en el ámbito de la ciencia, de las artes o simplemente en el funcionamiento cotidiano y personal, surgen como una especie de chispazo de inspiración. Sabemos que esos chispazos creativos no surgen por que nos estrujemos el intelecto, sino que nos vienen de repente. ¿De dónde vienen esos chispazos? ¿Qué es eso de las musas? ¿Dónde residen y cómo podemos hacer para que iluminen nuestra creatividad más a menudo? Desde luego, nuestro sistema de educación apenas nos enseña nada sobre esto, casi lo desprecia. Aquí, cada cual debe apañarse como pueda y ser autodidacta.

¿Cómo aprender a escuchar y a estar receptivos a las fuentes de inspiración? Quizás una forma sea reconocer que el mundo no es como lo vemos y que, desde la vasta realidad que ignoramos, seguramente hay “fuentes” de conocimiento que están esperando a que, aún sin tener ni idea de qué o quiénes son, les prestemos atención y les escuchemos, con respeto y sin barreras psicológicas o intelectuales. Como muy bien dice El Aventurero, en cierto modo vivimos con la frustración de no percibir el latido de un espacio, o de percibirlo pero sin saberlo descifrar. ¿Y si esos latidos llevaran mensajes, conocimientos que nos ayudaran a crecer? Si fuera como sugiere el autor, que cada lugar estuviera protegido por sus propios elementos sagrados o mágicos, podría también significar que no todas las formas de quererse aproximar a esos mensajes sean válidas. Algunas de ellas podrían ser incluso peligrosas para, imagino, la propia preservación de esos conocimientos. De ahí, supongo, la necesidad de protegerlos. Se requeriría, en tal caso, de una adecuada intención, quizás también de un respeto, que nos hiciera merecedores de su “entrega”. Quizás también depende de cómo ejercitemos nuestros sentidos y nuestra atención, para ser capaces de escuchar lo que no solemos oír, de ver lo que no solemos mirar y de descubrir nuevas formas de comunicación con las que el mundo de lo intangible, de lo desconocido, sea mágico o no (que lo entiendo solo como una denominación), esté intentando llegar a nosotros.

Que más da quien dijo...

The man I love...
era una preciosa canción de Billie Holiday. Era, porque se encontró conmigo para que me preguntara como es el hombre que quisiera.
Yo amo.
Amo a mi naturaleza exterior, la que me llega por los poros.
Amo a mis trabajos de cada día que hacen que me de cuenta de que soy mucho más que una.
Amo las energías que salen y entran de mi limitado cuerpo. Pero se que soy mucho más que la piel en la que vivo.
Mi entorno me habla y yo le hablo. Si viajo, puedo hacerlo movíendome o quieta y en ambos me muevo.
Pero esta siesta mía de esta tarde sin nubes, envuelve un no se qué de preguntarme algo que jamás me había preguntado.
Y os cuento el secreto que me dicta ese alma-corazón de agua que me invadió.
Os cuento el secreto de cada una de las diosas con las que me he encontrado. Yo también me siento diosa.
The man I love, must be..
Un corazón libre. Sereno. Maduro. Un héroe. Aquel que sea capaz de comunicarse conmigo sin palabras. El que me cante cada día con su música. El que no me necesite. El que se muera por mis huesos y mi carne y yo, por la suya.
El hombre que venga a buscarme por sorpresa, cuando menos lo espere.
El que tenga sus propios sueños, su propio rumbo, distintos a los míos para que aprenda.
El que me mire como una mujer, sólo como eso. A ese le miraría sólo como a un hombre. Un hombre sin tiempo y sin edad.
The man I love, however, tiene que haber visto colores más allá del arco iris. Tiene que tener silencios que no comparta conmigo y risas compartidas. Tiene que saber bailar. Tiene que saber comer y tiene que saber coger un zacho. Tiene que saber oler la lluvia antes de que venga. Interpretar el mensaje de su nube. Dormir y seguir soñando. Vivir cogiendo al toro por los cuernos, sin que el toro le mate o a él se le ocurra matar al toro.

Es imprescindible que sepa distinguir las naranjas ordinarias de las especiales. Esas que sólo los árboles eligen. Esas que no se dejan
injertar, por mucho que lo intenten. Esas, que naranjas por fuera, tienen el corazón rojo como la sangre y un sabor único. Esas naranjas del mediterráneo de las tierras del sur, como mis tierras.
Me gustan los hombres morenos, los que se sienten del sur, aunque hayan nacido en Noruega. Los que son calientes como el desierto y aquellos que son capaces de tocar un tambor y que salga un sonido.
Soy mujer de un sólo hombre, si ese hombre, my man, no apareciera, sería una pena, pero sólo una pequeña pena que a veces añoro.
Es una añoranza que todas las mujeres sentimos, las que tienen a un hombre en su cama a diario y las que no lo tienen. Es la añoranza de esa parte de hombres que no sabemos desarrollar y es la añoranza común de todos los que aman, por amar. Todos los que amamos por amar, a veces, también desearíamos sentirnos amados. Aunque cada día notemos que gustamos, que nos desean, que somos únicas, eso no es amor.
Amor es encontrar el alma que responda a la tuya. Y eso es como buscar una aguja en un pajar.

Bhakta dijo...

Qué mas da quien.... Dices " Amor es encontrar el alma que responda a la tuya." Eso me parece un amor de alguna manera egoista e interesado, precisamente todo lo contrario de lo quempienso debe ser el amor.
Lo que los hombres llaman amor es un intercambio vital para la satisfacción recíproca del deseo, del impulso vital o del placer físico.
Dice Aurobindo que el amor es el poder más profundo y más intenso, y su privilegio es ser la llave de los retiros más íntimos y más secretos del Misterio divino.
Es un error casi universal confundir la pasión con el amor.
Si el ser humano fuera capaz de dominar, gobernar o transmutar los elementos mentales, vitales y físicos del amor humano, entonces el amor podría ser sobre la tierra un reflejo o una preparación del verdadero amor, una unión integral del alma y de sus instrumentos en una existencia dual.

Anthónimus dijo...

Al Autor (con mayúscula inicial): Eso, especulativos, pero también sensitivos,no siempre. Pero diría que lo que hace a los lugares y su circunstancia es La Costumbre. Fíjese Ud, señor Autor en los que les gusta a algunos ir siempre al mismo bar, , coger la misma mesa, ver por la misma ventana, estar allí a la misma hora y enconfrarse con los mismos amigos de siempre, aunque sea un cognazo, por noi incidir en la famosa Ñ.
Al Aventurero/s, que hace/n una labor admirable al menos cada quince dias, o más a veces, y dice bien ahora que estamos out o casi hastra que llegó Zorro Quemado y todo lo arregló, por ahora. Hacía tiempo que nom pillaba cacho de blog. Gracias.
A Inés, que dice que agradece el valor de alguien, ese "alguien" que siempre nos importa más, el valor por alabarle las palabras de/en la Cafetería de circunstancias que está des-humada, pero no des-humanizada, por ahora. ¿Qué más quiere?
A Afrodita, que se lía con Inés, en el buen sentido pero equivocadamente, pero que hace bien en recomendar el Firefox-Zorro quemado para navegar por aquí y sus procelosas aguas de pensamientos. Yo lo hice despuéds de luchar más de 10 dias con el malvado windows explorer explosionado, y aquí estoy. Y Afrodita también y más.
A Bárbara, que con ese nombrfe de rompe y rasga, y hasta de corpore inveduto parfa que aventure que los "Valor" son el mismo Valor. Ya lo dijo el refrán que no era castellano: Valores tener para de "Valor" disponer.
A todos vosotros y a los otros: Salvo a unos pocos, poquísimos. Se ve que el intercambio tertulero de viva escritura tiende a la desfase cotillona -decotilleo, no de cotillón, aunque se fugue hacia el carfnaval de vez en vez- y al Dime que te Diré, y más que Tú podré. Ojo con eso.
A mí mesmo, para que no me crea que soy listo cuando ni siquiera doy al listón.
Abur.

luz dijo...

¡Ayyy... cuanto bajé al río a recoger esos cristalinos que me dicen oscuros, siempre a tientas y entre lodos, y sin ni idea!; ahora cerradinos, ahora abiertinos, ahora cerradinos...Abiertos lugares que me fijan. Lugares que cuentan que desde lucecitas de blancos, azules... relucientes, aunque entrecortados estan pincelados por estrellas de las hadas, tienen la espuma que cantan a la piel...¡pués como que saltan al resbalón y ya entre la lejanía, con el aire!.
...¿Y no hay un lugar mejor para adormecer un sentido del tiempo tan cansino?.
Pues, no... ¡claro que no!.
Tampoco hay un mejor lugar que convierta piedras en mil estrofas con mil respiros donde la sensibilidad reluzca entre la niebla.
Ah, ya!, que ya interpreto esos lugares de silencio como un arpegio de cariños y sabores de consentir. ¡Pues en que vaivén ronda mi alma que...!

“...Yo soy una y soy mil,
todas las vidas pasan por mí.
Me muerden sus heridas.
Y yo ya no puedo más,
en cada gota de mi sangre,
hay un grito y una nota” ... (Alfonsina Storni).

Feliz año chino.

Otra dijo...

Egoista soy e interesada, porque muchas veces me inventé que amaba e incluso lo creí. Puede que me enamorase sólo químicamente.
Ahora ya no soy esa..(risas)
Ahora en mi futuro diseño y elijo. No lo hago yo, lo hace ella.
Te diré que llevo leyendo un tiempito los bellos cantos de Savitri, los poemas eternos. Algunos de ellos, en el Libro del Amor, me recordaron a San Juan de la Cruz.
La poesía mística la dicta el alma. Pero el amor místico no está reñido con el humano. Creo que ninguno es completo sin el otro.
Cada uno tiene una idea de "su amor".
Experimento una revolución y evolución amatoria y en ella estoy dibujando mi amor. Lo sueño, lo deseo, en calma, serenamente, vacía y todo eso..sí.

Pero quiero que tenga pasión, mucha pasión, porque los intercambios de energía son fugaces,llamas, fuegos ígneos; . Estrellas, fotones de luz y volcanes, como en la tierra.
No me hagas caso. La verdad es que el viernes noche, cuando miré la luna, San Sebastián se había dejado su arco tan tan tensado, tan perfilado, que soltó una flecha.
y preguntaba.. como las de mi tierra, que le cantan y le soplan con la flauta, pa liberarnos de las plagas, las de este tiempo. Como yo voy detrás, también le canté.
" a los veinte de enero
cuando más hiela
sale un capitán fuerte
a poner bandera"

http://www.goear.com/listen/4204d86/alborada-de-jarramplas-acetre

Afrodita dijo...

A Manolo:
Estoy leyendo un libro, La Danza de los Maestros de Wu Li — que creo que lo recomendó (porque algunos le pedimos sugerencias de lectura, claro) Enrique o quizás fuiste tú mismo, que ya has dado también varios títulos—. El caso es que ahí se lee, muy al principio, eso de los lados derecho e izquierdo del cerebro y, parece ser (bueno, "es", lo que pasa es que yo puedo repetirlo mal) que el lado izquierdo sólo se maneja, sólo tolera, lo lineal, lo establecido, lo coherente, lo secuencial, lo lógico y, por el contrario, el lado derecho es como más "transigente" y admite de buen grado lo que el lado izquierdo hace algo así como "de menos", lo desprecia y lo considera absurdo.
Al hilo de eso recordé una novela (creo que no era muy allá, y ni recuerdo el título) en la que un pintor estaba feliz y encantado con sus obras cuando pintaba bajo el efecto de determinadas sustancias y, luego, cuando las volvía a mirar una vez que se le pasaban los efectos de la droga, rasgaba los lienzos enfurecido porque le parecían malísimos.
Yo personalmente creo que las musas están ahí para todos los humanos y que, lo único que ocurre, es que por cuestiones culturales (o el sistema educativo del que hablas) solemos estar encorsetados, habituados y resignados a que el lado "respetable" del cerebro es el izquierdo.
Estoy también convencida de que — si bien es deseable (o, bueno, a mí me parece deseable) que el lado derecho adquiera libertad, y se exprese, y admita lo expresado de forma no lineal, o no secuencial, o no lo que sea — se puede lograr por métodos e absoluto dañinos y, es más, enormemente beneficiosos en infinidad de aspectos.
¿Verdad que sí?

Manolo dijo...

Afrodita, tocas un aspecto muy interesante de esta cuestión, que es el de la preponderancia que le da nuestro sistema educativo y, en general, nuestra sociedad, al funcionamiento cerebral analítico, localizado al parecer en el hemisferio izquierdo, en detrimento del funcionamiento del hemisferio derecho que estaría más ligado con el mundo de lo analógico y lo simbólico.

Estoy de acuerdo contigo en que, seguramente, todos los seres humanos tenemos una serie de capacidades latentes (aunque luego unos desarrollen más unas, y otros más otras) que, plenamente desarrolladas, nos permitirían quizás, entre otras cosas, un acceso a las musas, a las fuentes de la creatividad. Estoy convencido de que eso pasaría por un mayor desarrollo de nuestras capacidades cerebrales, incluyendo un funcionamiento más integrado y armonizado entre ambos hemisferios cerebrales. Y estoy persuadido, como tú, de que hay métodos, educativos o de otros tipos, que consiguen resultados muy notables en este aspecto. Hace tiempo recomendé el libro de “El cerebro se cambia a sí mismo”, de Norman Doidge, que cuenta algunas cosas sobre esto, desde el punto de vista de la neurología.

Pero el tema que tú planteas va mucho más allá. Por ejemplo, ¿cuánto de las prácticas chamánicas no tendrá que ver con una activación intencionada de ciertas áreas cerebrales en desuso? ¿O los casos bien estudiados de comportamientos catalogados como paranormales, llámese telepatía o lo que sea? La pena es que nuestra cultura racionalista y cientificista ha decidido despreciar todo esto y, en consecuencia, apenas se plantea qué debería hacerse para estimular su desarrollo, desde la propia educación.

Afrodita dijo...

En mi anterior comentario no terminé de exponer bien lo que intentaba, lo que tenía en la cabeza.
Creo que todo lo que sea cultural, o educacional, no es que logre cercenar la capacidad del hemisferio derecho; lo que sucede es que uno mismo, cuando en ocasiones (pocas o muchas) tiene eso que se pueda llamar "destellos de inspiración", los rechaza, o no los valora dejándose (ahí vuelve a entrar en juego lo cultural o educacional) arrastrar por la escala de valores que le marca el hemisferio izquierdo.
Pero no es que el derecho no tenga algo que decir, en todos los humanos.
Aunque, también es verdad, lo que tiene que decir no siempre está dispuesto a "largarlo". Las musas pueden mostrarse muy esquivas tanto si la predisposición del cerebro está tirando para un lado o para el contrario; y serte hoy favorables y mañana, porque sí, darte despiadadas la espalda.
Pero para todo el mundo.
Creo, también, que cuando se pasa por la cabeza una idea que en un principio se puede juzgar como un disparate, o una extravagancia, tal vez sea prudente detenerse a sopesar (antes de rechazarla) si no será que alguna musa está queriendo... concedernos el favor de su gracia.
Y lo que dices de las prácticas chamánicas y los comportamientos de los que hablas, me siento inclinada (aunque es un tema que desconozco totalmente) a pensar que sí, que son formas de abrir determinadas vías.

Atila dijo...

Hay lugares, casas y personas que te crean malestar, otros todo lo contrario.
Orense es un lugar especial y pasearse por las riveras del Miño y Sil viendo tantos monasterios, iglesias románicas, iglesias es la maravilla. Mi padre me contaba que sus abuelos decían que sus antepasados iban al Rio Miño a buscar pepitas de oro. El Miño nace en fuentemiña (mi nacimiento) municipio de Fuensagrada. La Riveira sacra del Sil y la de Miño tiene mucho de sagrado.

Cuenta la tradición que personajes mitológicos habitaban en las orillas de Miño y las meigas Xarcos moraban en los pozos y los hombres- pez que eran anfibios y podían vivir tanto en el agua como en la tierra. También dice la leyenda que cuando navegabas por el Miño tenias que llevar una piedra en la boca para no hablar porque sino las meigas se podían meter contigo.
Cuando los romanos llegaron a la Península pensaban que era un río embrujado y escondido entre la niebla estaba el final de la Tierra.
También habitaban los mouros que eran una especie de sabios y druidas y existen muchos pueblos y apellidos derivados de ese nombre: Mourente, Mouriño, La cueva de la moura etc.
Los romanos se dieron cuenta que bajo la ciudad existían Las Burgas, aguas que alcanzan los 70ª y aprovecharon a construir termas, de hecho en las orillas de Miño hay montones de balnearios cada uno para aliviar distintos tipos de dolencias.
Cuando los suevos conquistaron Portugal y, Orense y Lugo aprovecharon todo lo que los romanos habían construido y lo que hoy es el museo arqueologico fue la residencia de sus reyes. Aunque hubo luchas encarnizadas con los visigodos y entre ellos por el poder, esta gente debió ser muy festiva y esto es lo que se respira cuando llegas a Orense: La gente es alegre y a pesar de que el clima no es nada favorable siempre están en la calle procurando pasárselo bien, cuando tienen que salir de su ciudad la echan terriblemente de menos. Es gente buscadora y yo cuando era jovencita e había un ambiente muy demócrata, entre lo que se puede llamar la gente bien, de pueblo, menos bien, pero el baile era para todos.
Me alojaba en casa de una prima de mi padre y aquella casa era como la película de "Vive como quieras", el marido había sido rector del Instituto y catedrático de latín, yo siempre le llame Don Juan, siempre con su cuello duro, modales educados, de pocas palabras y ojos bondadosos, ella era todo lo contrario, gritona , desordenada y terriblemente simpática. Cuando se le caía un botón se ponía un imperdible en su lugar y solía ir con alguna
lampara en el traje. Como era muy religiosa no se perdía una novena y era la que ponía mejor las cataplasmas a los enfermos, Todo Orense la respetaba. Tenían una muchacha de gesto hosco que cuando se jubilo Don Juan le dijeron que no le podían pagar y ella sin dejar de fregar la sartén contestó que no se movía de esa casa. Lo que se respiraba en aquella casa era un respeto entre el matrimonio tan diferentes y a pesar de que siendo el jubilado y con poquísimo dinero acogían a todo el mundo-: La hermana de Don Juan que era una persona etérea y espiritual, que a una primita abandonada por su madre, todo se querian y respetaban y lo unico que exigían era rezar el rosario después de las comidas. Mis primos que eran 8 cantaban estupendamente enseñados por su madre, tocaban la gaita y bailaban todos los bailes gallegos. Eran muy galleguistas y con ellos conocí grandes pintores, escultores, literatos que acabaron muchos de ellos en Alemania, Nueva York y países escandinavos.
La ultima vez que los vi, mi prima preferida se quejaba que de ser un pueblo culto querían apaletarlos con el maldito gallego. Una hija suya esta considerada como la mejor gaitera del mundo y vive en Nueva York.
El Sil que tien enrevesadas caminos para llegar al Miño logra desembocar en él, haciéndolo mucho mas caudaloso y ya se dice: El Miño tiene la fama y El Sil el agua y desde el monte tecla ves como desemboca en el Atlántico. mejestuoso entregandose al mar con sus particulas de oro y piedras sagradas.

Antónimus dijo...

La publicación de la respuesta 3.13 que leo y releo me recuerda en sus materias fundamentales un interesante relato de la escritora y periodista rumana Ana Blandiana con el mismo nombre que da título a todo el libro: "Proyectos de Pasado", metafóricamente hermoso por la reconstrucción de los recuerdos para integrarlos en el conocimiento. En el mismo se narfra la experiencia de una familia que es desterrada a un territorio lejano, vacío y de nombre cargado de resonancias perversas para la niña que fuje: "Baragan". Sin embargo, por la acción, esperanza y fé del con junto de personas que deben habitarlo, desierto al principio, se convierte en la Tierra de Promisión, de la que incluso no desean apartarse cuando las circunstancias políticas cambian (Muerte de Ceaucescu y entronización de la democracia). Un ejemplo del poder del territorio y la asimilación de sus fuderzas.

Enrique dijo...

Los valores de algo son aquello que le dan valor, que lo hacen valioso; bien por su necesidad, por su escasez o por el beneficio, real o supuesto, que reporta. Según esto, cuando un sitio facilita el desarrollo de ciertos valores está ejerciendo algún tipo de efecto benéfico sobre el que lo ocupa. En consecuencia, para acercarse a, o conseguir, determinados efectos, conviene colocarse en el sitio que los proporciona o los propicia.

Pero las cosas no son tan simples porque, en muchas ocasiones, algo tiene valor porque se lo dan otros, porque hay un acuerdo y una aceptación social sobre su valía. Y puede suceder, por ejemplo, que los que recorren el camino de Santiago, se sientan dentro de un dolmen o vagan por el interior de la catedral de Chartres, no reciban otra cosa que desconcierto, al no haber encontrado lo que previamente habían elaborado en su cabeza.

Y es que no basta con estar, sino que es preciso hacerlo en el momento adecuado y de determinada manera.

José dijo...

Quizás el secreto, del que nos habla el autor, este en que, el arquetipo esta en el futuro y no en el pasado. El creador, el hombre frente al fenómeno, se tropieza con la piedra y sufre pero también, al conocer siente placer, empieza a desentrañar el secreto. Empieza a tener consciencia de su relación con el objeto. Percibe la luz del objeto y lo "envuelve" con su luz. En un principio "lo envuelve", en cierto sentido lo reconoce, quizás ahí,esta el recuerdo del pasado. Pero después lo transforma y se transforma y percibe el arquetipo. Pero el arquetipo es un trabajo, es una acción permanente.

En la filosofía tradicional esa acción, conducida por la razón, por la "idea dialéctica", conduce a la lógica. Pero, Perez de Carrera va más allá, en vez de la idea, análisis determinado, habla del símbolo. De la relación del objeto con el "todo", inseparable de el y parte de el. Por lo que cada objeto, cada símbolo, es un "rosetón" que nos enseña la luminosidad, lo sagrado,del arquetipo. Por lo que el fenómeno, más que una huella, es también "la pisada". El símbolo que conduce nuestras acciónes "y a veces desentierran sus secretos"

José dijo...

De los comentarios de los contertulios, me llama la atención una mención de Luz como si la inspiración viniera de abajo a arriba y a la inversa. Yo creo, es posible que no sea eso lo que dice Luz, que la inspiración tiene una sensación de totalidad. Es inseparable, es más,yo creo que tiene que ver con la armonía. Algún poeta decía, más o menos, que el rumor maduraba en su rima.

Lo del valor era en la filosofía griega una de las virtudes más importantes. Para ellos los más importantes, en una sociedad, erán los filosofos y, en segundo lugar, los guerreros que, con valor, protegían la sociedad. De hecho, de todos es sabido, que muchos de los grandes hombre de la historía han sido guerreros

luz dijo...

...Ya digo ¡qué embrujos tan diferentes!.
Hay embrujos dulces y cálidos;
embrujos que disparan brillos.
porque producen calores.
Hay embrujos que espantan,
porque dicen con el frío.
...Ya te digo que en cada neurona tiene escondido su propio suspiro.
Y el genoma palpita a diferente compás.
Que cada corazón remueve sus piedras a un buen sonido y si se lo consiente el hastío.
...Y cada uno se encuentra cuando no busca sabores en los espacios que suenan: arquetipos dulces; valores salados; búsquedas ácidas...o sepulturas amargas.
..Porque cada piedra esconde su son, y de este son, procede el aire; del aire, el fuego; del fuego, el agua, y del agua, la tierra.

Slurging Soup dijo...

Estimados/as, por no abundar con queridos/as, aventuradictos. Cadena SER/Radio Madrid, emisora de solera, seria y divertida a la vez, puso hoy en antena un recorrido tertuliado por las zonas/provincias/lugares más frios de España, que resultaron estar en el triángulo siberiano de las provincias de Soria, Guadalajara y Teruel. Lejanos oyentes de esas zonas y sus rincones más ocultos llamaron para exaltar/descubrir sus relaciones y amores con tales "nichos ecológicos".
La Antropología, la Ecología, la Teoría de Sistemas, etc., hace tiempo que argumentaron y explicaron acerca de la necesidad/oportunidad de ida y vuelta entre territorios y seres vivos. Con ello parece quedar claro que el resultado de tal simbiosis es cosa de dos, unos estan y otros ponen, respetan, modifican, se integran, destruyen, lo aman, lo odian, se quedan o se van.
Las personas que llamaron desde tales sitios, algunos con temperaturas invernales semejantes a las del norte lejano de Europa o Rusia, mostraron su amor e identidad con los lugares donde nacieron, viven y desapareceran. Muchos de los que no llamaron, no están allí, y han emigrado a las ciudades o a otros países, pero algunos suelen volver porque siempre mantienen una relación profunda antropológica y cultural, incluso gastronómica, con ese sitio. ¿Costumbre, asimilación, dependencia, interés?

luz dijo...

Corrijo:
Porque cada piedra esconde su son, y de este son, procede el fuego; del fuego, el aire; del aire, el agua, y del agua, la tierra.

Beucis dijo...

Cuando pisamos, cuando paseamos, cuando nos aposentamos, en espacios sin límites, en pequeños habitáculos, en geografías llenas de magia y de mística, podríamos, como Homero, invocar a la Musa, convocarnos: “ ¡Cántame Musa!”, y con actitud de espera y respeto, estar atentos a que se nos abran las puertas de ese futuro oscuro y silente, que siempre estuvo, está y estará esperándonos. Poder llegar a esas arterias que llevan la ambrosía, poder llegar a venas y redes de mercurio, que nos transfiguran, que nos influyen y que nosotros podemos, también, modificar.

Porque podemos borrar rastros, rastros de lo hecho y de lo omitido, “ de las tragedias del pasado y del futuro” …abriendo el camino a la consciencia… la felicidad “ Un todo como tapiz de redes de energías que tejen nuestro microcosmos, mundos y galaxias. Deberíamos estar alerta, con espíritu de aventura, con valor, que vence al miedo. Deberíamos destrabar, deshacer, podar “las rosas que hieren, las agujas instaladas en los caños de la sangre”. Deberíamos querer ser puros, porque queremos que se cumpla la voluntad de la tierra, y porque Cristo puede dar agua todavía. Una tierra con sus mantras, sus sonidos, sus deidades e idealidades, que debemos descubrir, con la que debemos comulgar, con la que debemos crecer.

No es lícito cegar la luz del monte, para que nos llegue una reunión de cloacas. Al grito de advertencia de Federico, responder con la vibración potente de campanas de pureza, que nos envía Eduardo en este versículo que comentamos.

Mandrágora dijo...

Entiendo de las palabras del autor la importancia de pertenecer a un lugar determinado, la oportunidad que se ofrece de poder desenterrar los secretas del lugar donde uno habita y, por ende, claves de nuestros propios secretos; es como si el lugar fuera el idóneo para buscar también la potencialidad de uno mismo. Ahora, no sé qué tratamiento darle a lo que a veces se ha dado en llamar «hombres de mundo», entendiendo por aquellos que son capaces de integrarse en donde toca independientemente de las características propias que cada uno trae. Esa universalización física a la que me ha parecido entender en algún momento que todo hombre está llamado, esa capacidad de asimilar lo que de nuevo trae cada lugar y cada espacio, no sé cómo interactúa y cómo se acopla con el «desarrollo de ciertos valores», los diferentes mensajes y sus correspondientes misterios a desentrañar. Se me ocurre que, llegados al punto en que es posible desligarse de vivencias tan troncales como puedan ser el lugar de nacimiento, la familia, la tribu, los espacios referenciales, la luz, los olores, la alimentación, etcétera, etcétera, se esté en mejor disponibilidad de apertura que aquel que necesita de sus anclajes conocidos para movilizarse. No lo sé.

Icono-Plasta dijo...

Y le digo al Beucis escafandra autoral o Bis-Zeus:
A todos los sitios que he llegado he tenido que ir primero al consulado, la embajada o la police a presentarme. Algunos se han anticipado y me han cazado en los aeropuertos, puertos y fronteras, y después me han remitido a los anteriores, obligado a hacer papeles, absorver sellos, pagar pólizas, etc. Cierto es que en épocas Homéricas no había tales cosas aunque sí palo en ristre y tente tieso, cosa que aún perdura para algunos en algunos lugares. Mis abuelos tuvieron que esperar horas o dias de cuarentena en las aduanas de los promisorios países del Nuevo Mundo. En las aduanas franquistas me separaban aparte de las filas para mirarme con atención. Cuando uno llega de primerizo a algunos sitios los demas no hacen mas que mirarlo de reojo, a ver si cumple o cumplirá con la normativa vigente que el grupo se ha dado a sí mismo. Beucis referencista peca de adictocracia salvadora, y resume el mundo en dos palabras, o tres. Lo malo es que habla como si fuera el mismísimo, o en nombre de. No son los pueblos los que construyen barreras, pero a veces se dejan.

José dijo...

Me parece muy interesante la reflexión de Mandragora. No siempre, pero los anclajes pueden abonar complicidades. Tambien la peregrinación "conducida" a lugares concretos tiene los mismos efectos. Los simbolos son "visiones" de conjunto, no de partes, no de fronteras. Las ciudades "soñadas" eran o son "pasos" del camino. O, "Templos de Augurios"

Afrodita dijo...

Lo habitual es que el texto del autor me venga grande; quiero decir, inabordable, que no sé qué decir, y si hubiera de comentarlo yo sola, sirviéndome tan sólo de mis propias entendederas y explicaderas, abriría el ordenador y lo volvería a cerrar desalentada porque •no se me ocurre nada”.
Así que me nutro de qué escribís otros, que me queda como que más cerca de mis alcances; y a partir de alguno de los comentarios que leo parece que me siento más capaz.
En esta ocasión ha sido el comentario de Mandrágora; el lugar determinado en que uno habita, y me planteo por qué ese lugar y no otro, y si ese lugar en concreto va a posibilitar determinados procesos evolutivos.
En la dedicatoria del libro se lee “…y a aquellos que van a elegir nuestro mundo para nacer”; entiendo por tanto, que si hay una capacidad de elección es que ya antes de vivir estamos existiendo, y que al existir, sin el cuerpo que tras el nacimiento tendremos, esa elección está desasida de los intereses y limitaciones que el cuerpo impone.
Creo que todo el conflicto, todos los conflictos que tenemos los humanos y que nos ponen trabas radican en un desacuerdo, o un desajuste, en qué “quiero yo” y qué “quiere mi cuerpo”; y el cuerpo es bastante tirano, y ya sea con artimañas o por las bravas intenta (y muchas veces logra) que se haga su voluntad y salirse con la suya.
¿O por qué si no se dan tantas situaciones en que nos sentimos entristecidos o disgustados, y enfadados, con nosotros mismos?
Quiero decir con esto que ese “yo” que ya está existiendo antes del nacimiento estará sabiendo (aunque luego la persona lo olvide) cuál es el lugar y cuáles las circunstancias — culturales, sociales o religiosas, de esas que están ya impresas en cada pueblo o en cada raza; o tan sólo coyunturales, como momentos conflictivos que puntualmente (aunque a veces los “puntos” son muy largos) se viven en regiones o en familias — que mejor se vayan a adecuar o más vayan a servir a las necesidades de cada proceso evolutivo.
Bueno, es lo que he reflexionado a cuenta del comentario de Mandrágora. Y pienso que, aun sin saber que se está sabiendo, se elige lo mejor… aunque el cuerpo a veces no lo entienda.

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