Presentación

Un grupo de amigos hemos decidido poner en la red el libro, “49 RESPUESTAS A LA AVENTURA DEL PENSAMIENTO”, porque creemos que es especial. Su autor, Eduardo Pérez de Carrera, nos sugiere a lo largo de sus páginas nuevas formas de percibir nuestra vida, de entender la Historia, de interpretar la realidad que nos rodea. Nuestro propósito es convertir este sitio en un espacio abierto de reflexión donde tengan cabida todos los comentarios que se nos hagan llegar sobre lo que a cada cuál le sugieran o le hagan sentir los párrafos del libro. Nosotros nos limitamos a publicar cada quince días un nuevo párrafo y a invitaros a que participéis.

15 feb 2011

Texto 2.16

2.16 "No parece pues que para dejar de ser esclavo de una tendencia sea necesario conocer todas las claves por las que se produce. Conocerse a sí mismo no es conocer el pasado, ni siquiera ser capaz de proyectar el futuro: es mucho más simple, sólo parece consistir en salir más puros, más libres del momento presente, como si el presente no fuese una prisión con necesidad de ser perpetuada."

41 comentarios:

José dijo...

El pasado que nos ata es el miedo. El arrepentimiento es la losa de la culpa. Vivimos en la zozobra de lo hecho, de lo dicho, de lo juzgado.

Nuestra sociedad se basa tribalmente en la revancha. Los titulares del día siempre se refieren al castigo, al pasado, al no olvido.

El despertar cotidiano no es un amanecer, no hay luz nueva en el rostro que miramos.

Buscamos que el rencor encarcele al culpable de nuestra derrota. Que se purge al que ha transgredido la norma, la ética social.

El autor me invita a encontrar nuevas cosas en el quehacer cotidiano, a cambiar la mañana.

Enrique dijo...

Conocerse no es predecirse; porque la predicción conduce a la repetición, al intento absurdo de querer parar el mundo.

Conocerse no es razonarse, no es explicarse (justificarse) uno a sí mismo.

Conocerse no es resignarse; no es sentirse esclavo de la herencia, la historia y la circunstancia.

Conocerse es desconocerse; conocerse es olvidar.

Decía Bergamín:
No se hizo la razón para el disparate; es verdad: pero sí se hizo, y se hace, el disparate para la razón: para darle cauce y sentido, dirección y finalidad al pensamiento; a las explosiones más peligrosas, por más vivas, del pensamiento.

Anónimo dijo...

Que alegría me produce este párrafo del autor: el no tener que analizarse para conocerse. Y me gusta lo que dices tú Enrique: “conocerse es desconocerse; conocerse es olvidar.
Ahora bien en el presente está el “Quid”.
¿Por qué el presente siempre te lleva al futuro, que sigue siendo presente, pero ya con carga de pasado?.
¿Cómo sales puro de ese presente, para que no sea una carga en el futuro?.
Ya se que siempre “pido” y debería aportar algo, pero no se....
Bueno, hoy he asistido a una clase magistral... en que lo vivido en ese presente me ha marcado. Quizás sea esa la respuesta tratar de entregarse y vivir.
Humana.
Que alegría me produce este párrafo del autor: el no tener que analizarse para conocerse. Y me gusta lo que dices tú Enrique: “conocerse es desconocerse; conocerse es olvidar.
Ahora bien en el presente está el “Quid”.
¿Por qué el presente siempre te lleva al futuro, que sigue siendo presente, pero ya con carga de pasado?.
¿Cómo sales puro de ese presente, para que no sea una carga en el futuro?.
Ya se que siempre “pido” y debería aportar algo, pero no se....
Bueno, hoy he asistido a una clase magistral... en que lo vivido en ese presente me ha marcado. Quizás sea esa la respuesta tratar de entregarse y vivir.
Humana.
Que alegría me produce este párrafo del autor: el no tener que analizarse para conocerse. Y me gusta lo que dices tú Enrique: “conocerse es desconocerse; conocerse es olvidar.
Ahora bien en el presente está el “Quid”.
¿Por qué el presente siempre te lleva al futuro, que sigue siendo presente, pero ya con carga de pasado?.
¿Cómo sales puro de ese presente, para que no sea una carga en el futuro?.
Ya se que siempre “pido” y debería aportar algo, pero no se....
Bueno, hoy he asistido a una clase magistral... en que lo vivido en ese presente me ha marcado. Quizás sea esa la respuesta tratar de entregarse y vivir.
Humana.
Que alegría me produce este párrafo del autor: el no tener que analizarse para conocerse. Y me gusta lo que dices tú Enrique: “conocerse es desconocerse; conocerse es olvidar.
Ahora bien en el presente está el “Quid”.
¿Por qué el presente siempre te lleva al futuro, que sigue siendo presente, pero ya con carga de pasado?.
¿Cómo sales puro de ese presente, para que no sea una carga en el futuro?.
Ya se que siempre “pido” y debería aportar algo, pero no se....
Bueno, hoy he asistido a una clase magistral... en que lo vivido en ese presente me ha marcado. Quizás sea esa la respuesta tratar de entregarse y vivir.
Humana.
Que alegría me produce este párrafo del autor: el no tener que analizarse para conocerse. Y me gusta lo que dices tú Enrique: “conocerse es desconocerse; conocerse es olvidar.
Ahora bien en el presente está el “Quid”.
¿Por qué el presente siempre te lleva al futuro, que sigue siendo presente, pero ya con carga de pasado?.
¿Cómo sales puro de ese presente, para que no sea una carga en el futuro?.
Ya se que siempre “pido” y debería aportar algo, pero no se....
Bueno, hoy he asistido a una clase magistral... en que lo vivido en ese presente me ha marcado. Quizás sea esa la respuesta tratar de entregarse y vivir.
Humana.
Que alegría me produce este párrafo del autor: el no tener que analizarse para conocerse. Y me gusta lo que dices tú Enrique: “conocerse es desconocerse; conocerse es olvidar.
Ahora bien en el presente está el “Quid”.
¿Por qué el presente siempre te lleva al futuro, que sigue siendo presente, pero ya con carga de pasado?.
¿Cómo sales puro de ese presente, para que no sea una carga en el futuro?.
Ya se que siempre “pido” y debería aportar algo, pero no se....
Bueno, hoy he asistido a una clase magistral... en que lo vivido en ese presente me ha marcado. Quizás sea esa la respuesta tratar de entregarse y vivir.
Humana.

José dijo...

El autor siempre me comunica que lo mas importante es la vivencia del instante,¨salir mas puros, mas libres del momento presente¨.

Es como cuando uno da pasos y se aleja sin miedo de la huella.Muchas veces nos desorienta no reconocernos sin impronta, sin nombre ni apellidos. Sin nacionalidad, ni raza, ni credo.

Culpamos, de alguna manera, a nuestros ancestros de nuestra incapacidad de cambiar. Paradojicamente podemos estar cargados de sonidos y aportar silencio.

Se que para uno es difícil vivir cada instante con aire nuevo, que cada movimiento sea simplemente la pausa del siguiente.

Es así como yo siento que me impulso.Me despierta lo que me dice el autor, me conmueve esa letra que me enseña.

J.C.E. dijo...

Con los años que tengo, no me conozco, ni los que están a mi alrededor logran conocerme, saben de ciertas reacciones que son muy probables que tenga, pero nunca la certeza, ¿pero conocerme?, imposible, ya que estoy cambiando en cada instante por todo lo que me sucede.
Me gusta la idea de que “es mucho más simple, solo parece consistir en salir más puros, más libres del momento presente, como si el presente no fuese una prisión con necesidad de ser perpetuada.”
Parece que es el mecanismo del chupete, pero para los que sean mayores y sepan como funciona el chupete, yo confieso que no se como se hace, en esto soy todavía alguien que no ha nacido.
La única analogía (posiblemente totalmente errónea) que puedo hacer al respecto, consiste en “entrar en el momento presente, actuar y salir a través de la no acción”.
La explicación de la no acción sería para mi lo que pone el Bhagavad Guita en su capítulo II, versículos 38 “Considera iguales el placer y el dolor, la perdida y la ganancia, la victoria y la derrota, y entra en combate por el propio combate.” Y 47 “Solo tienes derecho a la acción, mas nunca a sus frutos. Que los frutos de la acción no sean tu motivo; pero tampoco te apegues a la inacción”
Es difícil actuar así pero no se me ocurre otra forma de “salir más puro del momento presente”.

Anónimo dijo...

Constantemente recurrimos a vivencias pasadas para identificarnos hoy, qué dificil es conocerse reconociendo el cambio a tiempo presente!!! aunque me parece que ahí está la clave, en la espontaneidad y frescura del momento ,enriqueciendo y asumiendo nuestro verdadero yo que se transforma continuamente.

Por qué nos da tanto miedo desconocernos???

Nuba dijo...

Estar cons-cientes, usar no solo los 5 sentidos sino los al menos "hundred secret senses" ( un libro precioso).
Momento a momento..para estirarlos.
Cada vez que tocamos, conscientes de tocar ,como cuando eramos niños pequeños que todo lo identificábamos con el tacto, el roce.. .Se puede tocar con todo el cuerpo.

¡que sienta la epidermis, y ese rozamiento se transmita dentro!.
Mirar: con todos los ojos, no solo con los dos delanteros, como si nunca hubiéramos visto..
Cada mañana oler el aire al levantarnos, la humedad del agua, el café con una rama de canela dentro...
Escuchar, no solo los ruidos, diseccionar cada vibración, la de las hojas que el viento arpea, descubrir cada nota, las risas de los otros, sus llantos, sus susurros, sus gritos..la poderosa música de la transformación, bailar en ella.
Gustar, cada molécula de cada trozo de comida que nos llevamos a la boca, sabores mezclados. sabores puros. Sabores fusionados con colores y aromas y sonidos y otros mil sentidos que están ahí para ser usados.
Gnosis.
Creo profundamente que ese abandono sensorial que nos envuelve y nos hace parte del mundo, nos integra de tal forma que pasamos a re-conocer-nos como una pequeña pieza (¿o grande?) del gran todo hacia el cual nos dirigimos y entonces, nos descubrimos, ahí en ese instante. Nacemos. ¿mañana? volveremos a morir para nacer de nuevo.


http://www.goear.com/listen/5fd0629/knowing-the-ropes-michael-nyman
http://www.goear.com/listen/c8c0a9d/give-me-that-slow-knowing-smile-lisa-ekdahl

Ángela dijo...

Salir más puros del momento presente, puede que sea algo parecido a dar un paso hacia delante, sin tener asegurado nada de lo que va a ocurrir y aún así, confiar en lo que va a ocurrir,?,
no esperar nada, no tratar de apropiarse de nada, algo así como un me entrego al siguiente paso sin tratar de controlarlo todo y a todos.

Y cuando uno se entrega, ¿no se está entregando al vacío?
No me refiero a un vacío en el que hay un fondo de cemento duro y gris como en las peores pesadillas, no, me refiero al vacío de los sueños que molan donde a veces volamos (y esto sin que nadie nos haya enseñado), al vacío como un lugar lleno de mensajes y de claves para dar el siguiente paso.

Salir puro del presente es tal vez ¿vaciarse?, ¿vaciarse todo el rato?, ¿quitarse capas (y capas)? o sea, abandonar lo que llevamos arrastrando en la chepa y aligerar un poco...

Loli dijo...

"Conocer el pasado", "tratar de proyectar elfuturo", ambas empresas parecen imposibles de llevar a cabo, aunque nos empeñemos, es decir, es posible que estemos especulando continuamente alrededor de imágenes pasadas que nunca corresponden con ninguna realidad pasada (imposible de reproducir) y con un futuro que ya es y que perdemos tratando de diseñarlo anticipadamente desarrollando tramas y nudos de complicidad con los que tratar de de ligar a los demás a nuestro propio espejismo, nuestra propia jaula de presente, aunque sea una cárcel adornada de victimismos, imágen ideada, resignación o bondades inventadas.

Como dice Anónimo en su comentario del día 15, parece que el "quid" de la cuestión está en cómo salir más puros de ese presente-prisión.

Lo que dice Enrique también en el suyo del mismo día, sobre que "conocerse es olvidar", me invita a pensar en el que, creo, es uno de los mensajes más bonitos del texto del autor: "la entrega".

No es fácil empezar a relacionarte, de vivir en cierto modo, si tratar de sacar algún provecho. El comportamiento humano, incluso el modelo social parece estar diseñado para ello, y el intento de hacerlo de forma diferente, por lo menos en lo que a mí respecta, siempre provoca la aparición de capas escondidas que salen de múltiples maneras (pensamientos, gestos, posturas, gestos..) acechando con sus respectivas demandas y necesidades.

Supongo que el intentar manter una actitud de firmeza en vencer "miedos", en "desconocernos" como dice Enrique...en "desprotegernos" de alguna manera, aunque sea a pequeños momentos... instantes,es decir,
aventurarnos al menos a comprobar que es posible, igual los nudos trabados con que nos agarramos y agarramos a los demas a nuestro presente van perdiendo poco a poco su fuerza.

Eolo dijo...

No me mudo por si me quedo mudo. Me espanta perder la palabra, pues es lo que soy.
De presidente me quedo, a presidir el presente como el presidiario.

Lucho entre mudarme o ponerme más mudas. Si me mudo me desnudo, si me desnudo me quedo como mudo. Si me pongo más mudas, de tantas, no hablo y me quedo mudo.

Sin cambiarme de ropa, yo me mudo; y mudo quedo, en silencio, y cuando cambio también me mudo.

Entre la muda y el desnudo, un canto se abre, no sé si nudo, pero no mudo, más sube hacia dentro de tanto contento.

El presidente se ausenta, ha encontrado su tiempo.

Goyo dijo...

Todas las mañanas, había algunas que hasta madrugaba, me subía al tren de la coherencia que me transportaba hasta el lugar de trabajo que se encontraba en la ciudad de Aquinostán. Éramos todos pasajeros de razón estricta, gentes que caminaban con la lógica de las leyes fabricadas, y que velaban por el futuro de Aquinostán esforzándose en perpetuar el presente; para todo lo cual hacíanse herederos de sí mismos y practicaban la nueva religión de la coherencia.

Consistía mi trabajo en fabricar “sinfines”, que en tiempos modernos habían sustituido a los canjilones, y llamábanse así por ser tornillos transportadores que giran sobre sí mismos, sin que parezca tener fin, moviéndose siempre en la misma dirección, girando sin parar, una y otra vez, como en el mismo tiempo de presente de subjuntivo.

Pero un día, al pasar por la ciudad de Laverstá ví un cartel que decía: “ la razón de la sinrazón que a mí razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura”. Era como un galimatías que yo no lograba descifrar ni entender, pues mi coherencia me decía que con una razón valía, a qué pues se prestaban tantas. Alguien que iba sentado a mí lado, al verme pensativo y cabizbajo, intuyendo que era por el trasgresor cartel, díjome, enfatizando la voz, que no me preocupara, pues eran locuras de un fulanito que venía a decirse “Caballero Andante”, y que hacía cosas totalmente incoherentes.

Me quedé medio dormido, traspuesto entre lo irreflexivo de la coherencia, y el suave traqueteo del tren. Y soñé como hacía tiempo que no soñaba, como tiempo atrás que casi no recordaba. Era una dama vestida de rojo, de rojo granate y manto en púrpura, se hallaba frente a nuestro tren subida encima de un túnel, de un túnel de tiempo que yo no lograba ver… pero ella miraba, miraba y escudriñaba insistentemente aquel tren de la coherencia, y sin embargo no buscaba. Una ráfaga de dorado viento salió de sus ojos y los férreos raíles de hierro se pusieron al rojo vivo…al atravesar el túnel me desperté, pero no lo vi oscuro. Nunca llegué a saber si fue por causa del sueño que tuve, o por el fuego de la dama de rojo, de quien, después, a lo largo del tiempo, me enteré que la llamaban Hestia, la primera nacida de Kronos .

Sigo trabajando en Aquinostán, pero ahora voy andando al lugar ese de los “sinfines” porque así, mientras recorro el camino, puedo dar alguna que otra patadita a la pesada coherencia, y de vez en cuando juego al escondite con el asustadizo presente, inexistente y tramposo, que sólo aparece ante la necesidad de afirmarse, como un fulanito larguirucho que se estira hasta poseer decisión de futuro por tener el porvenir asegurao.

José dijo...

Cuando Ángela dice la palabra vacío asociada a la entrega hay algo sutil femenino. Esta imagen me lleva al alumbramiento, al dar a luz.

El nacimiento de un nuevo ser que surge de las entrañas pero que es otro, libre e independiente. Pero, quizás custodiado?. Y si es así cual sería la custodia?.

Ángela misma se hace preguntas. Como andar sin ese peso? o quizás pensar que no ha sido un peso si no quizás pasos, latidos esuchados en el fondo del ser?.

Y así visto en ese periodo nuevo, como diría Eolo, en ese periodo desnudo, se necesita un arrope?. Quizás una guía?, una Fe?, un Maestro?

Anónimo dijo...

No entiendo nada.

Atila dijo...

En algunas ocasiones pensamos en el pasado y analizamos traumas, tendencias, manías, los genes heredados, personas que nos han herido profundamente, etc...
Si logras hacerlo sin rencores, sin culpabilizar a otros para no tener responsabilidades y también perdonarnos nuestros errores, ya estamos en la mitad del camino.
Podemos cambiar nuestro carácter, tendencias, manías y hasta nuestros genes.
La aceptacion de una desgracia que nos tiene aprisionados,puede hacer sentirnos hasta felices, como si hubieras vencido al dragón que no nos deja entrar a la cueva. De esa desgracia obsesiva puedes salir mas purificado,mas comprensivo, mas espiritual y hasta puedes aunque solo sea un segundo conectar con tu parte divina.
Si el pasado o la desgracia nos atrapan y amarga no aportas nada al Universo ni pensar ni ponerte en el lugar de los otros.
Si pensamos en las personas que nos han herido injustamente podemos recordar a Jesús cuando le escupían, azotaban y abofeteaban pedía :"Perdonalos Padre porque no saben lo que SE hacen"

Anónimo dijo...

Conocerse a uno mismo, pero no desde el análisis, o no solo, sino desde la disposición a explorar la consciencia, desde la intención y la voluntad de no perpetuar memorias venidas y revenidas que nos anclan a un presente continuo, o a un nihilismo sin esperanza.

Respirar conscientemente para llegar al siguiente momento más ligeros, mas limpios,
Que es tanto como decir más felices, más libres, y espero, un poco más sabios.

Intentar hacer de nuestro vida algo poético, algo bello dotado de sentido subjetivo. Abrazarlo todo.

Activar el estado de alerta. Estar atentos a nuestros pensamientos, a nuestra mirada al mundo.

Hay a nuestro alcance artes evolutivas legadas a la humanidad desde muy antiguo que nos proponen, a través de la respiración, de los gestos, de la quietud o del movimiento, es decir, desde lo exógeno, actuar a nivel glandular y sutil (chakras) para potenciar cambios en nuestro estado que nos vayan acercando a lo que realmente somos.

Hay todavía poetas-videntes que nos alumbran el camino.

Decía Sri Aurobindo que toda la vida es yoga.

M. A. dijo...

Perdonad que insista, pero el tema me interesa especialmente. El autor incide aquí de nuevo –creo que como colofón– en su crítica al psicoanálisis, y a mí me parece que lo hace con pleno derecho y pertinencia. Puesto que, no lo olvidemos, el psicoanálisis se postula a sí mismo como un método (o incluso como “el método”) para que todo ciudadano logre “dejar de ser esclavo de una tendencia” (es decir, para curar su neurosis), basándose precisamente en la ímproba y sufriente tarea de indagar concienzudamente en su mente, y después revivir (conocer), “las claves por las que se produce [se produjo]” en el pasado.
Que luego nos diga que “conocerse a sí mismo no es conocer el pasado” es, para mí, sumamente alentador, y lo veo como la puntilla a la teoría freudiana. Alentador, porque pensar que tenemos en nuestro presente recursos suficientes para dejar de ser esclavos de los efectos de un trauma forjado en el pasado, me resulta absolutamente estimulante. Y convincente. Ahora bien, se nos habla de un proceso todavía sin la teorización necesaria, sin la descripción, paso por paso, de la metodología para conseguirlo.
Creo que esa sería la tarea a hacer de muchos, de todos aquellos que nos dedicamos a esto de la psicología y buscamos superar viejos métodos –decimonónicos, por qué no decirlo–, aunándolos a nuevos –y antiquísimos– planteamientos evolutivos, como los que, sin haberlos llevado al terreno de las ciencias, nos señala el autor.
Tarea nada fácil, ciclópea diría, aunque ya hay multitud de estudiosos, terapeutas y científicos que han abierto el camino. Tenemos la pista: “salir más puros, más libres del momento presente, como si el presente no fuese una prisión con necesidad de ser perpetuada.” ¿Hay actualmente terapeutas que puedan ayudar a conseguir eso sin remover las heridas del pasado? Sí, seguramente. Aunque no tengan una teoría suficientemente coherente y acabada que sustente su praxis.
Todo llegará.

Eco dijo...

Está claro, si fuéramos capaces de pasar de una situación a otra sin memoria, sin cargas, así, de golpe, con un chasquido de la lengua en el velo del paladar o con un roce rápido de la yema de los dedos, así, venga, ahí, ya está, sin deudas, sin culpas, sin rabias, sin miserias...!Que liberación! de repente volar... Todos tenemos la experiencia de haberlo hecho en algún momento, está claro por ej. cuando soltamos una carcajada y todo, absolutamente todo, se relativiza, ya no sabemos ni como es la realidad -que cada día inventamos-, ni siquiera como somos nosotros -que cada día inventamos-.
Sabemos que se puede, y esa certeza tendría que ser nuestra guía aunque también, en algunos momentos, el pasado nos pese y el futuro nos asuste y necesitemos entender algo de lo que ha ocurrido, para después, darnos cuenta de que no lo necesitábamos, pero eso, a veces, ocurre después.

Afrodita dijo...

No existe nada, ni nadie, en ninguna parte, que pueda hacer nada por ningún otro ser humano.
La fe es estúpida.

Loli dijo...

Entregarse, vaciarse, "desarroparse"....a lo mejor en realidad estamos siempre a la intemperie.

Cuando creemos que nos estamos cambiando el ropaje o "mudando" (como creo desprender de las líneas de Eolo), estamos, entre otras cosas, silenciando ruidos de miedo, desanudando complicaciones y complicidades.

Entre cambio y cambio, entre voluntad de desa-nudar y su intento, en ese dar el paso al vacío de Angela, tiene que haber una intención de experiencia nueva y, creo yo, un anhelo de libertad, confianza en que puedes ser libre, en que se puede vencer la inercia.

Y esa experiencia subjetiva del "a ver qué pasa.... si por ejemplo hoy tomo otro camino...", esa intención al menos es la que provoca los cambios más profundos, porque no sale más que de nosotros y asumirlo sin miedo puede significar incorpar a la experiencia romper el binomio premio-castigo impuesto por supuestos tribunales exógenos, sería asumir responsabilidad y más libertad.

Creo, Afrodita, que esa experiencia puede producir un efecto (es posible que mudo y silencioso) de contagio en los y lo que nos rodean.

Pienso que a la vez puede dejar un mensaje más de "es posible" que pueble ese vacío habitado por mensajes y claves del que habla Angela.

Pienso, Afrodita, que es posible ayudar.

Nuba dijo...

Movimiento. Algo me incita a moverme, por los muchos presentes.
¿Os dais cuenta que el presente es multiplanar?
¿que contiene aún el aroma del pasado y la emoción del futuro?
Ese es al menos para mi el presente, un campo tan inmenso que para vivirlo libres, como dice el autor, yo al menos debo concentrarme en él.
¡Pero eso no significa que el pasado se borra ni que el futuro no pueda intuirse anhelarse o proyectarse! precisamente no hay barreras de espacios ni de tiempos. El pasado viaja con nosotros en el momento presente porque su función es esa, habernos hecho mas conscientes, habernos enseñado.
Creo que no se nos debe olvidar que andamos de viaje. EL futuro puede verse a lo lejos también en el presente, sobretodo con los ojos cerrados, para así tenerlos abiertos.
y ahora ese movimiento me lleva a discutir con Afrodita y decirle que soy científica y tengo pruebas de que cualquier ser humano tiene la capacidad de hacer mucho por otro. No es cuestión de fe, porque se toca. Incluso revivirle. Y no solo los seres humanos, todos los seres, los vivos y la materia a la que se llama no viva, sólo porque no vemos cómo se mueve.
La fé puede perderse y volver a encontrarse pero nosotros estamos ahí y hacemos mucho, unos nos apoyamos en los otros, unos nos hundimos en los otros también claro,intentamos empujar y nos dejamos empujar. Pero de ese empuje que ya es pasado salimos firmes como rocas.
Además a veces los empujes son bonitos, a mi me encanta dejarme columpiar de vez en cuando.
No siempre lo he mirado así, claro!!! cuando estaba atrapada en mi sombra simplemente necesitaba esa cegera. Ahí también se ve, y cada cual DECIDE el tiempo en el que se sienta y en el que se levanta. DECIDE si saldrá solo o cogerá un baston y si lo cogerá para autoflajelarse, victimizarse o para apoyarse. De cada rama de cada tronco de cada arbol sale un bastón. Ahora, en el presente.
Son las aguas de Marzo, que ya vienen.
Seguro que "el que no entiende nada" podrá entender esto:
http://www.goear.com/listen/73b3f0a/aguas-de-marzo-elis-regina-and-tom-jobim
VA PARA EL PORQUE NO LE CREO. Es imposible no entender nada, incluso dormido.
...Caingá, Candela,..
el fin de la espera..(risas)

potholer dijo...

[...]

Abre la ventana
que avive la mañana
al cuarto y la cocina

aire aire
aire pasa

aire nuevo
aire fresco
pa la casa

aire aire
pasa pasa
que tenga la puerta abierta
la alegría pa la casa

[...]

'Aire', por José Mercé

flowerpot dijo...

Como si fuéramos más leves e inmediatos, como muchas muertes y ninguna importante, como la risa: un estallido.

Como aire pa la casa…

Llegó el aroma del milagro. Con timidez probable. Reconocí el aire.

Ahora
soltar los hilos del infinito.

Afrodita dijo...

“Sin culpabilizar a otros para no tener responsabilidades”.
“Y también perdonarnos nuestros errores”.
Según tú, Atila, con eso ya estamos en la mitad del camino.
¿Del camino hacia dónde?
No culpabilizar a otros con el fin, del todo mezquino en mi opinión, de eludir responsabilidades.
¿En virtud de qué, ni con qué criterio nos concedemos el perdón por nuestros errores?
Si la aceptación de la desgracia puede hacerte sentir feliz y, además, vas a salir purificado disfruta, cuanto puedas, de todo el sufrimiento de que seas capaz. Eso tiene, sin embargo, la paga de que en el momento en que se convierte en goce deja de ser sufrimiento; y se te fastidia, me temo, tu encomiable plan.
De tu último párrafo prefiero no comentar.
Que seas feliz, Atila; a tu modo, claro.

Afrodita dijo...

Perdón,, puse una errata, donde pone "paga" quise escribir "pega".

Retama dijo...

En una ocasión me preguntaron, ¿Qué haces? Y respondí no, nada estaba pensando. La respuesta inmediata me dejo un poco desconcertado, ¡pues que le vamos a hacer!.

Algún tiempo más tarde oí, que un pensamiento traducido a palabras, no es un pensamiento, es una conversación con uno mismo en voz baja. Y se mencionó lo del pensamiento instantáneo como alternativa.

Ahora, me voy dando cuenta que hablo, pienso, reflexiono y razono demasiado, todo, hasta los símbolos, necesito transformarlo en palabras. Todo está sustentado en el idioma, y tengo la sensación que este procedimiento me frena o al menos me ralentiza.
Estoy de acuerdo que el pensamiento, la reflexión, la razón, incluso el idioma, y hasta mi cuerpo, son herramientas puestas a mi servicio, pero también es verdad, que todos los que utilizan herramientas saben, que con el uso, y sobre todo cuando no se utilizan correctamente, es decir, cuando no las uso para el fin con el fueron hechas, se deterioran. Por eso, cuando se quiere entregar un trabajo bien hecho, los artesanos limpian y cuidan sus herramientas, o las cambian por otras nuevas, sin miedo a fracasar con su uso.

Estoy de acuerdo con la alondra que anidó bajo las costillas de Eolo, en el párrafo anterior, si quiero ser un poco más puro cada día, en definitiva aprender a volar, tengo que razonar menos.

Qué-vedos? dijo...

Hay palabras que se dicen, y palabras que se cuentan, y palabras que se ríen del pudor que disimula el candor con que se miden; y palabras desmedidas y palabras desmedradas y palabras desusadas y palabras desgarradas y palabras que se amarran y palabras que no encajan en su ambiente ni el entorno al que se ven circunscritas en su condición de meras relatoras de noticias.
Y palabras que no enlazan y palabras que no cuadran, y palabras que se encajan, se atraviesan, se atragantan, se enrocan o se agazapan porque no encuentran su baza, su acomodo, su jugada, su escalera de colores no quizás los más acordes con el tono del discurso que ha de concordar al uso, la tradición, la rutina, el hábito o el vestido de que se inviste el cumplido sensato común sentido que aun sintiéndose harto ahíto se fuerza a atender las formas, la compostura y los ritos impuestos por la costumbre de no romper los esquemas, ni los modos, ni los moldes, ni las modas en que impera el no escapar de la rueda que en su girar va enrolando sin dejar caer en la cuenta de si los roles que oferta serán los que mejor puedan hacer salir de su asombro, su oscuridad y su olvido al saber que se alimenta, se sustenta y toma aliento no en la razón o en la lógica sensatez que las conmina sino tan sólo en la floja cuerda por la que camina la huidiza ilusión sedienta de verse a salvo de trabas de la lengua que la estorba y la empuja por senderos que no son los que la animan.
Y palabras que estragadas se revuelven y vomitan y vierten sus sinsentidos sobre las pulcras rarezas que no comprenden, aquellas, qué esconden tras los embozos que se obstinan en no verlas enarbolando las riendas de la ilusión que aturdida se encabrita y se desboca y rompe la cuerda fina por la que ya no camina la sinrazón que las coarta sino el galopar airoso, alocado y desasido de potros que ya sin bridas y sin estribos ni cinchas se lanzan a la aventura de dejarlas ser, tan sólo, expresiones de sí mismas.
Y las palabras, ya libres, se dicen, se cuentan, ríen del candor que ya no oculta el pudor con que se miden.

Beucis dijo...

Que sea simple, no quiere decir que sea sencillo. Se nos propone desasirnos del lastre del pasado, de la memoria pasiva, del mirar atrás, que nos justifica y nos convierte en estatuas de sal, pero que nos asegura. También se nos urge a romper con los anhelos y prohibiciones del futuro; con los proyectos, con las siembras estériles, pero que gratifican y fortalecen nuestro ego.
Hecha esta primera reflexión, se puede llegar a la conclusión difícil, pero válida, de que debemos instalarnos en ese momento continuo, en ese presente libre de ataduras, fluido; salir de la cárcel, del laberinto, volando; sin anhelos, con la obra bien hecha, sin esperar el resultado. Caminar, andar, cumpliendo una tarea, la nuestra, aún sin conocerla.
Evidentemente, esto es simple, es puro, pero no tenemos las claves definidas, no sabemos cuales son nuestros instrumentos, aunque los tengamos preparados, parece claro qué es lo que no debemos hacer: intentar la búsqueda infructuosa de algo que ha sido y de algo que deberá ser. Posiblemente sea sólo cuestión de actitud, de riesgo, de convocación: aquí y ahora y hágase.
Es muy interesante la reflexión de M.A. pues como psicólogo puede abrir vías esperanzadoras y, desde mi ignorancia, creo que echar a andar con esas premisas, seguramente dará frutos, aún sin “teorías que sustenten la praxis”. Las musas que inspiran, no necesitan teorías.

Otro dijo...

Pregunté de dónde vienes y me dijo que volvía de dar sepultura al muerto que yo había de ser un día.
Pregunté cuándo naciste y me dijo que en un tiempo en que supo que no era lo que encontraría en la Tierra lo que buscaba mi vida.
Pregunté cómo te llamas y me dijo que su nombre iba a ser tan sólo el rastro por el que seguir la pista de nada más que unas briznas del destello en el que anida una voluntad distinta lejos de la razón mía.
Pregunté cuál es la causa que te mueve, que te lleva, que te guía; y me dijo que no era causa alguna conocida ni por mí ni por mis recuerdos ni por el porqué que olvida el curso de los designios que el destino trazaría.
Pregunté por qué no quieres deshojar la margarita que te diga, que te cuente, qué te reserva la vida y sus rumbos y sus vías; y me dijo que no quiere porque prefiere que siga la margarita ignorando que no importa qué ella diga.
Pregunté para qué quieres no saber que cada día ha de ser un lugar nuevo sin huellas y sin reliquias; y me dijo que pues para no perderme en dar albricias ni a los pasos que ya diera ni a los que diese en mi huida.
Pregunté dónde irás luego, después de marcar la finta que esquivará las venturas que depara la armonía de a cada instante encontrarse frente al placer que redime del dolor y de la ruina; y me dijo que se iría a cualquier lugar del tiempo donde sólo hubiera vida que ya no se alimentara de muerte ni del cuidado por curarse las heridas.

Nuba dijo...

Es tan exacto que marea...
Puro, claro, venido del "siempre"
Ole, ole y ole tu arte........
eso es tan bonito como mirar nubes.
Un trozo de ese "otro", está en cada "uno"
simple y presente
É
Sao
hey, hey hey..

Aquiles dijo...

Muy cierto todo lo que dices MA. Creo que la mayor parte de las veces rebuscar en el pasado supone asumir una actitud morbosa que nos detiene en la cárcel del presente.

Libera pensar que desde las herramientas que tenemos ahora podemos salir de esas cárceles que hemos ido inventando y que, con nudos y sogas del pasado, hemos ido inventando que nos aprisionan.

“Salir más puros, más libres del momento presente”. Parece que esta es la clave de la gran pregunta de todos los tiempos, del grito de todo hombre: quien coño soy? JCE acierta en su cita del Ghita y Ángela hace un bonito símil con el paso al vacío. Los dos planteamientos requieren de valor. El valor del caballero que siente el miedo y, sin embargo, da el paso.

En cuanto al olvido de Enrique esto dijo San Juan de la Cruz:

Quédeme y olvídeme,
el rostro recliné sobre el Amado;
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado.

Manolo dijo...

Me sorprende que, como dice el autor, conocerse a sí mismo consista en salir más puros, más libres del momento presente. Si es así, el conocimiento tendría poco o nada que ver con una “explicación” racional de uno mismo. Tendría que ver, en cambio, con lo que sucede cuando uno consigue salir más “puro” de cada momento. Intuyo que cuando se consigue eso, se ha sido capaz de aventurarse sin recurrir a las experiencias y mecanismos habituales con los que pre-configuramos nuestras respuestas e intentamos controlar lo que pueda pasar a continuación. Sería como dar el paso a no-se-sabe-qué, sin agarraderas pero confiando en que, justamente por hacer este ejercicio, se despertarán y cobrarán vida recursos desconocidos en uno mismo que te ayudarán a afrontar la situación que se pueda producir. Desde este punto de vista, lo que el autor llama “conocerse” tendría más que ver con “desarrollar” tus capacidades latentes e ir desvelando tus propias zonas desconocidas.

Trasladando esto a la vida cotidiana, el asunto tiene mucha, pero que mucha, miga. Porque esas capacidades latentes pueden tardar mucho en aparecer. ¿Basta entonces con esperar a que aparezcan? ¿Qué hacer para que nos surjan rápido? ¿Cómo administrar el “vacío” sin que cunda el pánico? No creo que haya recetas pero, de alguna manera, en esas situaciones se plantea una lucha entre tu yo miedoso y conservador, y tu yo aventurero. Y para que este último venza necesita mucho valor y una clara disposición a reinventarse, sacando recursos de donde sea.

Loli dijo...

Hablábamos...tú, desde aquella cama empeñada en debilitarte, crecías y trascendías.

Te despedimos, pequeño gigante, ya ..como guerrero.

Al volver a casa todo estaba cambiado.

Al amigo

Gracias a "Otro" por tus líneas...

Nuba dijo...

Contesto a Manolo:

Procesado por y con la razón, el brain, el pensamiento consciente...la cabezota..
El asunto tiene miga, mucha miga..(que ricas las migas no?)

Pero es que si no tuviera miga, hondura, si no fuera especial, si se encontrara fácil, si saliera de pronto, si fuera un impulso..
y si y si y si....jo,..
¿no crees que basta dejarse ir, no crees que viene solo, que no hace falta esperarlo, que se siente?
Yo creo que hay que andar hacia lo que a uno le hace feliz, sea lo que sea. Como un niño, como un animal, sin ningún miedo a " el que dirán" y mucho menos miedo al que dirás tu mismo. Creo que nostros somos los peores críticos, los mas autoritarios con nosotros. Nos limitamos mucho más, casi todos, porque hay otros que no se hacen caso y esos son los que crean.

Cuando uno crea algo- y todos somos artistas, lo juro, y además para más de una cosa- cuando algo se crea y sale la primera vez, sin ningún retoque, y lo ves afuera, y ese arte tuyo te sonríe y te saluda. Entonces es muy frecuente que el artista se sorprenda de lo que ha creado. Que no le parezca suyo, que le parezca desconocido.
( que empiece a juzgarlo, que lo retoque, que o censure y que ... lo estropee o acabe descartándolo sin apreciarlo)
Es la ella, al que el "otro" le hacía preguntas la que miramos, escuchamos, o gustamos o admiramos.... y ella es pura esencia, y es como el numero pí.. está ahí si se sabe mirar.
¿Como administrar el vacio? Fácil, si te planteas eso, es que aún hay huecos por vaciar, hay aún que quedarse sentado, solo con "ella" ella te lo muestra Manuel, te muestra tu propio arte y entonces de pronto te entra el arrepio, no de desesperación, sino de júbilo, algo que no necesita explicarse porque es en vano hacerlo, que te pincha para que comuniques, no porque haga o no haga falta, sino porque te da mucha alegría hacerlo y quieres compartirlo.
En esa etapa, 2, te encuentras con que la mayoria de la gente dormida no lo entiende, sólo te ve mas guapa, mas feliz, y tienes de todas las reacciones. Lo más increíble de todo ¡es que no te importa nada....como esa canción, porque estás en el presente y vuelas libre.
Solo en una cosa te sientes sola/o. A todos nos gusta encontrar afinidades, gente que disfrute con lo mismo que tu, pero en esta etapa, a veces, al menos yo, quisiera encontrar ese hilito de Ariadna que me ayude a encontrar de nuevo el camino si me estoy desviando ,y también caminantes de vez en cuanto para compartir el pan. Pero se que existen, que hay también mucha gente que busca y ha encontrado, que se está conociendo en el presente, que va "ligero de equipaje" sin prisas, disfrutando el camino. Y en silencio, para poder escuchar todo lo demás.
Por favor esto no es ninguna doctrina, es simplemente como yo lo siento cuando no lo pienso.

José dijo...

Nuba,contestandole a Manolo,dice que todos somos artistas.

El arte podría definirse como un encuentro. Un trazo en el silencio, una palabra llevada por el viento. Una mano que toca, una voz que alienta.

El arte nos une, nos modifica. Manolo habla del saber, así como, de una nueva mirada. Esa mirada se encuentra con otras miradas, las palabras con otros contenidos, las voces con otros ecos. Perdemos el miedo, dejamos de estar solos y entonces el arte.

El mundo de la ética fue el deber, el mundo del arte es el saber.

Una bella frase del Mahabharata dice:¨Manmatha, el dios del amor, ya estaba haciendo su trabajo, agitándoles la sangre y afectando su visión¨.

Anónimo dijo...

Conocerse a sí mismo es descubrirte en tu propio presente sin que éste mismo te haga sentir <> por cadenas de pensamientos y obsesiones que convierten a tu estado en inmóvil, quieto, inalterable, sin posibilidad de cambio.

Es en cada instante volver a conocerte, sin quedarte en ese mismo presente para pasar a otro que dá algo nuevo de tí.

Todos tus recursos están y florecen en el presente sin la obligada necesidad de volver al pasado (revisando lo que pasó) para hacer de ese presente un constante conocimiento de tí mismo.
Que es también un reflejo -de lo que eres- de tu pasado.

L V

Anónimo dijo...

Conocerse a sí mismo es descubrirte en tu propio presente sin que éste mismo te haga sentir ¨preso¨ por cadenas de pensamientos y obsesiones que convierten a tu estado en inmóvil, quieto, inalterable, sin posibilidad de cambio.

Es en cada instante volver a conocerte, sin quedarte en ese mismo presente para pasar a otro que dá algo nuevo de tí.

Todos tus recursos están y florecen en el presente sin la obligada necesidad de volver al pasado (revisando lo que pasó) para hacer de ese presente un constante conocimiento de tí mismo.
Que es también un reflejo -de lo que eres- de tu pasado.

L V

L.A.Z. dijo...

Bueno, yo no sé, pero me ha encantado como lo explicas, Anónimo. El anónimo que firma LV. Y creo que es la mejor respuesta a las dudas y redudas de Manolo, que funcionan yo creo como excusas para no darse. ¿Cómo preguntarse ¿qué hacer para que nos surjan rápido esas cpacidades? que nos hacen más libres en cada presente? Si te lo tienes que preguntar, ya se fue el presente... cargado con la pregunta que impide la buena respuesta sin pregunta.

En fin, no me parece algo tan razonable, tan pensable, tan calculable: esa maravilla de solucion que nos pone el autor, que solo puede intuirse pero en la que no cabe, creo yo, el miedo. No cabe porque ya estás fuera de la prisión del miedo. Dice el texto: es como si el presente no fuese una prisión. Y, perdona, Manolo, o perdone, mejor dicho, pero esas preguntas son precisamente la prisión. (Con todo respeto)

Nuba dijo...

No.
1.-Todo lo que se siente es necesario y tiene una función, el miedo también, es importantísimo, es la adrenalina que nos pone en guardia sobre lo que consideramos peligroso. Es fisiológico, natural y por tanto perfecto. Debemos dejar que actúe, y además tampoco es razonable, la razón es la que después pone los adverbios.
Sino lo tuviéramos moriríamos. Salva la vida.

2.- La quietud es sabiduría. Es también movimiento, movimiento interior. Es de sabios ser cautos, las esperas, las pausas, son parte del ritmo.
Antes de actuar, tres días, dice e libro del cambio, después de actuar otros tres..al menos.
Está en juego todo un proceso de transformación de nosotros que es lo mas sagrado, ¿cómo no lo vamos a pensar? todos lo hacemos, sin apretarnos demasiado pero lo hacemos. Y cada persona tiene sus momentos. Mientras tanto hay que esperarlos, con la mente abierta pero quietos.
Otra forma de decirlo: el trabajo en lo echado a perder. Un trabajo muy valioso..
Las preguntas son el principio del fin de los laberintos.

Así lo creo.

Anónimo dijo...

Las heridas del pasado son heridas del presente y por eso se perpetúa el sufrimiento sin sentido... en el aquí y ahora de la sesión -si se sabe interpretar- se diluyen las defensas, o las trabas y de ahí que se produzca un renacer, una liberación o un nuevo modo de estar y de ser. El tiempo es un producto de la razón y en el inconsciente no existe el tiempo ni la negación. "la sesión psicoanalítica es una experiencia emocional inefable, paciente y analista la comparten a través de la tarea de observar y descubrir de qué experiencia se trata y la de hallarle un significado... la relación analítica tiene algo en común con la relación primaria de "reveri" (ensoñación)...de desintoxicación y de significación, permitiendo producir enunciaciones sobre las cuales se puede pensar..(Lia Pistiner de Cortiñas "Dimensión estética de la mente, variaciones sobre un tema de Bion". (Ambos psiquiatras y psicoanalistas)

José dijo...

Discrepo de Nuba con respecto a la importancia del miedo que de alguna manera también existe, esa importancia del miedo, en el Anónimo que defiende el psicoanálisis, refiriéndose a algunos psiquiatras de cierta relevancia.

M.A, en su comentario habla de los métodos utilizados para superar la neurosis y se refiere a que Perez de Carrera, el autor, ¨dice que ¨conocerse a sí mismo no es conocer el pasado. Y, M.A, siente que esas palabras le incitan a sentir que hay otro método, diferente al psicoanálisis, de ¨dejar de ser esclavo de una tendencia¨,

Dice Nuba que sin miedo no estaríamos alertas a la supervivencia. Se me ocurren muchas cosas que difieren de esa interpretación. Esencialmente el concepto de vida y de muerte. En un ejemplo más cotidiano, cuando uno se mete en un túnel que se sabe, de antemano, que tiene una entrada con una llegada. Si tienes miedo empiezas a ahogarte, a temer la oscuridad y prefieres volver que continuar.

Dice el Anónimo que ¨las heridas del pasado son las heridas del presente¨. Podríamos decir que el psicoanálisis las hace sangrar para saber porque siguen abiertas y quizás lo importante es sentir que están curadas. El mismo M.A, parece decir, que vislumbra la manera, que aún no sabe hilvanar una teoría y que quizás ni siquiera sea una teoría, que quizás sea una praxis.

Todo esto me recuerda aun viejo poeta, que me decía que a Cristo no se le conocía por partir el pan si no por la manera como lo partía.

Nuba dijo...

Estoy de acuerdo José, porque "miedo" es también un concepto muy amplio. El primer miedo, ante cualquier suceso inesperado, que ocurre en el presente, lo tenemos todos, ese es el fisiológico, el natural, la señal de alerta. Y es como el dolor físico, curativo. Algo andaría mal, muy mal si no se disparara. En tu ejemplo sería el miedo en la puerta, al principio del tunel. En el presente. Ese miedo enseña,hace que te pares y que te lo pienses. (Aqui aparece la bella relatividad del tiempo, ¿cuanto?, esa es la pregunta y esa es la elección, la voluntad decide.

Una vez estás en medio, porque te lo has pensado ,aunque nadie te de garantías de que al final todo será un vergel, sabes que si no lo cruzas no habrá cambio posible. Entonces el propio miedo propicia, primero la cautela luego la valentía.
Dos ejemplos más.
-Es mejor andar en el presente con heridas cerradas, curadas. Por eso el lanzarse sin una previa reparación es de incautos, al menos que haya algún apoyo por el camino y ni así porque volverán a abrirse.
- Hasta los pájaros se preparan para su primer vuelo y eso no es miedo, es sabiduría. Es el aleteo, lo tienen nuestras moléculas, el movimiento aparentemente caótico que por el calor, propicia de pronto, una forma visible, se está construyendo.Se ve al microscopio pero también a simple vista. También se baila, un pasito "pa lante" y otro "pa trás" y luego las vueltas...
Igual fui demasiado contundente. Comprendo las dudas de Manuel y las comparto. Al menos yo si no lo tengo claro, no me lanzo. Pero para mí eso no es miedo, es una espera porque aún no ha llegado la hora. Es el entrenamiento antes del sprint. Si se hace de forma adecuada, podrás atravesar el tunel sin miedo, en el mismo presente. Porque nos enseña a ser guerreros silenciosos.
Entonces no hará falta ser capaz de proyectar el futuro y nos aventuraremos, no por el premio, sino precisamente por el placer con que seremos capaces de disfrutar de ese trayecto.
José, entiendo mejor el concepto de
vida-muerte-vida. Igual ya salió en los textos, sinó seguro que saldrá.

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