Presentación

Un grupo de amigos hemos decidido poner en la red el libro, “49 RESPUESTAS A LA AVENTURA DEL PENSAMIENTO”, porque creemos que es especial. Su autor, Eduardo Pérez de Carrera, nos sugiere a lo largo de sus páginas nuevas formas de percibir nuestra vida, de entender la Historia, de interpretar la realidad que nos rodea. Nuestro propósito es convertir este sitio en un espacio abierto de reflexión donde tengan cabida todos los comentarios que se nos hagan llegar sobre lo que a cada cuál le sugieran o le hagan sentir los párrafos del libro. Nosotros nos limitamos a publicar cada quince días un nuevo párrafo y a invitaros a que participéis.

17 sept 2012

Texto 4.8

4.8 "Cada forma energética tiene sus letras, sus sonidos, sus colores, sus dibujos mágicos, sus sonidos esenciales, sus movimientos modélicos y sus ritmos, y su voluntad y su destino como dones y ofrendas sagrados que deben iluminar el camino hacia el espíritu"

COMENTARIO DEL AVENTURERO

Al aprender la disciplina del cante, a uno le enseñan que la pronunciación de las consonantes es una cuestión física del sonido provocado por el choque de musculaturas mientras que la realización del sonido vocálico es una cuestión más personal, una forma de recorrer y expulsar el aire, que algunos dicen, transporta el alma.
El cuerpo humano tiene un 70% de su contenido en agua y como defendió el científico Masaru Emoto, el modo en que estas partículas cristalizan depende de la información que llega del medio ambiente.
Hace mucho que químicos y físicos saben que las moléculas, en definitiva partículas, y ondas, no reaccionan igual independientemente de la morfología del medio en que se encuentran.
Cada persona tiene unos biorritmos diferentes: el corazón late a una velocidad particular, las proteínas se sintetizan siguiendo un ritmo determinado y las células crecen con una rapidez concreta. Pero aunque cada humano sea distinto, todos los pueblos tienen unos rasgos determinados y puede que esa sea la razón de todos estos cantes y bailes tradicionales, característicos de cada pueblo y que interaccionan mediante una serie de movimientos, sonidos y colores con el cuerpo, de una manera en particular.
Puede que tanto los bailes tradicionales, como el lenguaje se hayan creado para cada pueblo buscando algo, o puede que sea casualidad; pero quizás si tomamos en consideración lo que dijo el señor Emoto y siguiéramos el rastro de nuestros hábitos culturales, encontráramos algún que otro indicio para nuevos hallazgos médicos

19 comentarios:

Te-mis-tocles dijo...

Ya decía yo que no era posible que me llevara mal con todo el mundo. Se ve que como forma energética individual tengo mis cosas, y los otros las suyas. Menos mal que Autoor y Aventurero/a/s me lo aclaran un poco, y el Sr. Emoto un poco más. A mí, lo que me preocupa entonces, es coincidir con algo en alguien, a menos que me aguante la soledad (¿era esto?), o recurra a J.J. Millás para que me lo explique, dado que a él, creo, le pasa lo mismo. Debe ser por eso que cuando era pequeño me copiaba las formas de proceder de mis compañeros en el cole, pero terminaban por rechazarme acusándome de "¡Copión!" Se ve que hay muchos que no quieren que los imiten, sobre todo cuando eres pequeño. Depués, de mayor, te da el subidón de la personalidad y estas tratando de vender tu rollo a todo quisky, y entonces te dicen que eres un pesado, y que te vayas a freir espárragos con tus historias. La única que me hace caso y se cree todo lo que le digo es mi perra Albricias. Mira que es complicado todo.

José dijo...

En este pequeño párrafo se condensa la superación del fenómeno meramente biológico del individuo y el proceso de iluminación de su consciencia.

Cuando se habla de Voluntad y de Destino se tocan asuntos tan trascendentales como la Voluntad de vivir, que es un rasgo de evolución biológica, y la Voluntad de transformación, que implica una apertura de la consciencia.

Esto implica que cada individuo opta libremente, con su voluntad de transformación, la iluminación de su destino.

Luz Cenicienta dijo...

El Destino que está escrito,
no lo borran ni las uñas de las lenguas,
ni los juicios de las almas,
ni el pesar de los corazones,
ni las dudas de mal pensares,
No se rompe, ni con el silbido de las armas.
ni con la tristeza de los momentos.
ni el no entender de los lenguajes.
ni con la trama de los miedos.
Qué... ¿cúal es?...
¡A saber!.
...Anida en peces de cristal.
Espera, entre dobles esperanzas.
Remueve, entre los colores del aire.
...Y se arrejunta entre las geometrías del silencio y encuentros con quereres...
...Y lo demás, a mí me sobra. Es muy sencillo.

Luz Cenicienta dijo...

¡Ah!, quereres en forma de voluntades. Unas mas altas, otras más tenues, según como las vaya dibujando la vida.

Mª de Magdala dijo...

Puedo contar desde una experiencia personal,que las energias se encuentran inmersas en los más reconditos lugeres ,objetos y aptitudes del universo ,solo hace falta un pequeño estimulo ,para que se liberen.Esas energias conectadas con el centro neuronal de nuestro cuerpo son capaces de liberar una fuerza tan grande que ni nosotros mismos sin una cierta consciencia de ello y preparación sabriamos canalizar.
Esta fuerza energetica liberada del cuerpo a través de los sentidos ,del color de distintas geometrias y vectores han sido como el transcurrir del rio Zambeze, engendrado en el vientre de Maya va fluyendo poco a poco hasta recorrer toda la geografia del celebro deslizandose por los meandros de la corteza cerebral,en sun recorrido estas energias formaran afluentes que se volveran a unir,el conocimiento,los sentidos ,la voluntad ,el desconcierto,la esperanza formaran una espiral que nos llevara a las embravecidas aguas que daran paso a las extraordinarias cataratas Victotia.Un acontecimiento arriesgado y peligroso pero lleno de valentia que más adelante dará sus frutos ,cuando las aguas de la vida calmen su fuerzay formaran ese enorme delta que dará alimento y cobijo a las emanaciones del alma y tendrá suficiente combustible para que esa luz divina se mantenga encendida hasta que la voluntad quiera y desemboque en al oceano de Cronos.
Através de este discurrir miles de redes neuronales conectadas entre si como arroyos y riachuelos ,van dejando en sedimento de vida, de energias positivas y negativas que se van canalizando a través del flujo sangineo para que el pensamiento y el conocimiento extraiga los nutrientes más beneficiosos que hagan del individuo un ser más capacitado y consciente.
Estos sedimentos ,se iran depositando en el neurocortex ,para formar parte de la memoria reciente,y asi se creará una sinapsis que quedara grabada en nuestra mente para siempre.
Desde otro ambito podemos liberar estas energias ayudados por agentes superiores canalizandolas por un solo individuo o con otros,con un deseo implicito ,y con tal fuerza que puedan viajar a través del cosmos en tiempo y espacios sin determinar,para impregnarse del
rocio sagrado y volver hacia nosotros convertido en un boomerang de esperanza ,amor y fé.

Ata-moscas-por-el-rabo dijo...

“ “– ¿Qué importa nada cuando saber no importar lo importa todo? — Preguntó sin esperar respuesta quien, olvidando saber que no importaba, recordó recordar que había olvidado que importar o no importar no importa nada”.
Recordó que (palabra por palabra) alguna vez había pensado quien, pensando saber que no importaba, olvidó no recordar que había olvidado que importar a quien le importaba no importaba.”.”.
“ “– Es que olvidó que (olvido por olvido) — recordó la respuesta inesperada — saber no recordar que el olvido no importaba era no saber olvidar que, a quien no le importaba, no importaba”.
Recordó que (olvido por recuerdo) alguna vez había pensado quién, pensando saber qué no importaba, olvidó no recordar que había olvidado qué importar o no importar a quién importaba no importaba.”.”.

Beucis dijo...

Vamos caminando despacio y profundo por senderos nuevos que empezamos a recorrer con nuevas herramientas, apenas reconocibles. Nuestro mapa energético, casi siempre oculto, apenas vislumbrado por nuestros sentidos, se nos va mostrando, con la ayuda de otros sentidos nuevos, otras conexiones, con la purificación de viejas máculas, con la catarsis necesaria de nuestro viejo y gastado mundo, de nuestro viejo y gastado ego, envuelto en musgos y líquenes que le impiden abrazar esa fe que es camino hacia su esencia.

En paralelo a esta catarsis dolorosa y necesaria, vamos recorriendo espacios nuevos que nos enseñan, tal vez sin darnos cuenta, esos dibujos mágicos, sonidos, colores … de que nos habla Eduardo Pérez de Carrera, con voluntad y destino sagrado, que nos envuelven, dan velocidad a energías cada vez mas libres, cada vez mas cerca de poder alcanzar su destino.

Mi hija Laura dijo...

" CONFUSAMENTE REAL"

"Vos que jugáis con mi entendimiento,
Buscáis tornar mi juicio en locura.
Sois vos tanto enfermedad como cura.
Ningún sentido encuentro a lo que siento:

Mestizo, mezclado, arena y viento,
triste, plomizo, vivo -por ventura-
Risueño, rebosante de dulzura,
Libre y esclavo, confinado, exento.

Intentar describiros es osado,
Pues de mil formas os podéis presentar
Inexorablemente, amor amado.

Mas confieso a media voz y a mi pesar,
Que aunque torpe, terco y poco taimado,
Sois vos mi aliento, mi meta, el respirar."

( es de ella, una bella carne de mi carne, con el alma igual de bella que todo lo demás)

Su madre dijo...


La esencia es eso, la energía que está ahí y que jamás se apaga, la parte de materia que se transmite, desde el siempre hasta el siempre.

Y me importa un pito que penseis: "amor de madre". Lo es, igual que todos los amores, infinito.

Ella, tan joven ya lo supo.

Y sigo, porque uno de mis espejos ha brillado con toda su lucidez y me arranca de mi pedestal,donde sólo sola, puedo regodearme y dejar que me rodeen mis materias, unidas aunque fugazmente a esa esencia que quisiera que escapara, pero que sigue aromatizando el aire en cada tiempo.

Y ahora es tiempo de Otoño y hoy un día glorioso donde el alma juega a ser hoja que se revuelve con la brisa, que canta con ella, que muestra sus colores, los que la tierra refleja, esa tierra que anhela las primeras gotas, que ya las siente sin sentirlas, que hasta puede olerlas sin que hayan aún dejado huella redonda y dibujo en sus pequeñas grietas.
Escucho un canto y bailo en él. El canto de mi espíritu, ése que pobre de él no se cansa nunca de animarme y que cada mañana me despierta con esencias y energías. Energías y esencias que juntas las dos "E" para hacer el amor sin palabras, sin llantos, sin jadeos. Que puedan oírse con otros sentidos, ( "hundred secret senses") los que me mantienen despierta en mi sueño y mi vigilia, me nutren de amores del pasado o del futuro, o de los dos. Esos que me convierten danzarina, saltarina, volandera, hilandera, equilibrista y tontona. Sobre todo tontona... Tanto que me encanta poder reírme de mi tontería.
Porque él, ese amor, mi amor, no ha dejado de amarme y así lo siento y siempre lo quise así, tal cual.
¡que bonita esa tontería!, no?)
(ahora viene un silencio )
Y ese silencio es tan bello, que la magia sigue. En silencio, sólo para los dos.

Luz Cenicienta dijo...

Metía en la alforja, lágrimas negras, lunas grises de plata, espejos redondos con lunares añiles, triángulos de fuego ardiente y cuadrados de oropeles...
-¿Quién llora?... la escucha del azul de la acidez y la amargura, con las sombras de la frescura del aire norte, que se posan en el sentir de la piel.
-¿Quién sabe?, el rojo del picante, calentito: un verano que tuesta la piel, mirando con la luz del sur.
-¿Quién enamora?, con su olor...el dulce amarillo, tibio y suave. El que huele con la tierra mojada.
-¿Qué refresca?, el sabor del gris metálico que despierta la saliva.
-¿Cuál habla?...el vacío.
...Y añadió otros dos más, para completar el juego: luz y vibración...Para que todo bailara brillando....como una discoteca.
...Los revolvió todos en mágica combinatoria, geometrías, formas y colores; vibraciones y ritmos, y con ello fue moviendo cada sentido, cada sensación, cada hálito de vida, cada expectación, cada momento sagrado, melancólico o amargo...
Fue un juego alquímico...
...Luego, ¡que la conciencia dijera...!
Y esto, que se deja llover, desde los dedos de un dios, desde el origen máximo de la vibración infinita: el punto, que distribuía para que el espíritu se expandiera.

...Y así, mi taliesin, hacía sus pócimas que, luego repartía por el mundo de los sueños.

Bueno, a parte, y ja,ja,ja...todavía no he conseguido atar las moscas por el rabo. Me encuentro con problemas múltiples e irresolubles, porque es divertido imaginar un collar hecho de moscas volando por el aire...Otra geometría, ja, ja,ja...y luego el zuuuuu al unísono. Pero buena escritura: importa y/o porta, ¿quizás?

Anónimo dijo...

Cuántas estrellas puede haber en una galaxia, cienmil millones? cuantas neuronas en el cerebro? Si es que incluso su forma es estrellada: Hombres como fractales, cada uno con sus propios mensajes por descifrar en cada espacio axónico... "Cada persona como una célula componiendo el mapa genético de la humanidad". Y cada célula con un trabajo y un color-cromosoma.

Mandrágora dijo...

Cada forma energética a la que se refiere el autor, ¿tendrá una forma matérica? Parece que sí; si habla de colores, sonidos…, será algo estructurado. Y cada forma nos rodea, acompaña y forma parte de nuestro entorno. Y habla de «ofrendas sagradas que deben iluminar el camino hacia el espíritu», luego entiendo que forman parte de un todo en armonía, con un sentido y vocación de ser. ¿Y acompañan a la proyección del hombre y su evolución, o su destino es independiente? Si son caminos que se interfieren, ¿la modificación o alteración de una determinada forma interactúa en cada ser humano? ¿Y qué papel juega el libre albedrío? Y las formas energéticas ¿se transforman? En función de qué.

Nuba dijo...

Llegó esa lluvia.

Ay.... esas energías del agua, transforman solas, recuerdo este poema y su música



http://www.youtube.com/watch?v=iXZraIjYjCY

"Está lloviendo en el campo...

¡Quien fuera un arbolito
ma-mitaa-mía lleno de hojas!.."

La esencia de las palmas los cascos de la mula, la guitarra la lluvia, la percusión la suave locura del espíritu.
En medio de eso, la voz, la palabra y los mensajes y la vida. Vibrando.

Afrodita dijo...

Qué complicado lo que planteas, Mandrágora; ese eterno conflicto entre el nunca saber si el Destino va a cumplirse, implacable, con nuestra colaboración o sin ella y sin poder hacer nada por modificarlo o (por lo menos) darle esquinazo y, por otro lado, el tampoco saber si no será el Destino el que está esperando a que ejerzamos nuestra libertad para realizarse.
Yo la verdad es que no sé meterle mano, y si lo que buscas son respuestas no sé a qué me meto, pero… Caramba, eras muy libre de sacar este tema o no sacarlo, ¿no? Pues yo lo seré de entrar o de no entrar a tu trapo, ¿o tampoco?
Juego a imaginar que Libertad y Destino funcionan un poco como lo que tú escribes de las formas, y de los colores, y de los sonidos, ensamblándose todos, interfiriéndose, haciéndose un hueco, buscándose un espacio, modificándose y modificando a los otros; y cediendo a veces y ofreciendo resistencia a ratos.
Y que cabe también el preguntarse, para complicar más la cosa, si es el Destino el que — en su inquebrantabilidad, en su necesidad u obligación de ser fiel a su “ser” — nos larga cuerda, nos da bolilla para que, aunque sea con el algo de trampa de podamos hacerle (y con la que ya cuenta) jugando a creernos eso de que somos libres lo cumplamos sí o sí o si — que también cabe — es el Libre Albedrío el de verdad inexorable, y el que suelta cuerda y da bolilla para que, aunque sea con el algo de trampa que podamos hacerle (y con la que ya cuenta) amparándonos en el subterfugio de ser prisioneros, no podamos eludir el encontrarnos, antes o después, cara a cara y de manos a boca con una Libertad que no va a transigir con que le demos eternamente esquinazo.

Luz Cenicienta dijo...

Quizás sea, que los rayos del sol, al atravesar la atmósfera, produzcan geometrías y colores de formas varias.
...Sinestesia...
Quizás sea, que dependiendo de su posición con respecto a la Tierra, de su altitud, de su latitud, de las estaciones del año... nuestro astro dibuje, geometrías y colores que, cada una de ellas, marque el estímulo de un órgano sensitivo en concreto... preferentemente.
...Y son un fráctal de fractales, de fractales, de fractales, de.... obvio.
Por el día, no se huele igual que por la noche. Por el día, no se oye igual que por la noche...
En el norte, no se percibe como en el sur...
Así pasa, en los días de nubes del invierno y en los días de sol del verano. Y sobre toó, en la madrugá o en el ocaso; en el índigo o en el violeta.
¡Me canta por soleaes!
Muchos, no se escriben en la consciencia, aunque no estén en el campo perceptible.
¡¡Ay, los bioritmos!, cielitos!, ¿quienes nos los señalaría?...¿Los siete sentidos?...
¿¿¿No son siete geometrías diferentes, que se deberían proyectarse desde la piel hacia afuera, para ofrecerse al espíritu???
Por eso se ve; por eso se escucha; por eso se huele: por eso se saborea... también a otros niveles.
Quizás, sean las configuraciones que muevan los dedos de los Astros... Y esto, ¿lo leyeron mis druídas, mis antiguos sabios?, clarísimo...porque, quizás, ya supieran que, cada estructura, tenga preferencia por un chakra, por una vibración chákrica.
Se entremezclan, formando estructuras híbridas diferentes, por eso la percepción sensitiva se puede entremezclar.
...¿Es coordinación, sincronía, orden...???...¡Es belleza!, con mayúsculas.
Si se ofrecen desde dentro hacia adentro, sólo se remueven los sentidos y los circuitos neuronales... para sentir el mecanismo defendido de la supervivencia, de lo estructural, de la base, del fundamento, que no tiene nada que ver con la cautela...
¿Es cuestión de diluir la imagen?...Y la importancia ¿que importa?...¡si total nos vamos a morir igual!. Valdría más lo que se porta;
¿Nadaría entre el juicio y el prejuicio...?
Quizás por eso que hay una diferencia entre lo que expande y lo que contrae...
Y quizás, así, lo siento... resumidamente.
Y así, leí a mi taliesin, al que nunca escucho pero lo percibo ja, ja, ja.
¡A mal pensar!, que es la importancia, importante.
Son mis corros de moscas...¡Ozú, que estoy medio borracha! Y tengo una explicación científica, pero eso, estoy con hartura.

Mandrágora dijo...

Afrodita, tampoco tengo yo certezas en cuanto a si el destino se cumple por encima de nuestros actos o si tenemos posibilidad de modificarlo a lo largo de la vida. Quizás lo que he intentado plantear es que, según las palabras del autor, parece que las cosas aparentemente inanimadas juegan un papel, tienen una disposición y una proyección a futuro. Es por lo que me sugiere que la modificación de un elemento modifica el resto, por lo tanto al ser humano también. Si esas formas de las que habla el texto «iluminan el camino hacia el espíritu», el espíritu que yo sepa sólo se da en los seres humanos, luego tendrá una incidencia directa y, yendo un poco más lejos, puedo pensar que la transformación de cada circunstancia vivida con toda la incidencia de los elementos que la rodean es parte de ese destino a cumplimentar.
No sé cómo lo ves.

Afrodita dijo...

Creo Mandrágora que no lo vemos muy diferente. Pienso que en todo lo que nos sucede y en todo lo que sentimos está incidiendo de algún modo qué otros, los demás, todos los que vivimos, están por voluntad propia o por “destino” o por la concatenación que se da entre lo uno y lo otro viviendo y sintiendo. Y que eso va revirtiendo en los demás en una especie de cadena que nunca termina. Y que por mucho que cuestionemos o dudemos de nuestra libertad siempre habrá un gesto, un acto grande o pequeño, que no siempre podremos o sabremos esquivar la “osadía” de realizar. Estas líneas, por ejemplo, las que tú y yo cruzamos, las ha suscitado algo tan inocente como que tú expresaste un pensamiento. Si hacemos las cosas porque queremos o si las hacemos porque nuestro destino es querer hacerlas… ¿Quién puede saberlo?
Y, lo que dices de las circunstancias; pues, claro. Sin circunstancias el mundo y las personas seríamos planos. Las circunstancias son, según yo lo entiendo, el detonante que nos pone frente al espejo; y para que haya circunstancias siempre será necesario “el otro”, en su mundo, fuera de nosotros y exterior al nuestro.

Afrodita dijo...

(más tarde)
Vuelvo, después, a mi réplica a tu primer comentario porque al releer el segundo tuyo me asalta la duda de si interpretaste “qué complicado que lo planteas”. Lo que escribo en él es “qué complicado lo que planteas”. Va mucha diferencia y, además, lo otro no estaría siendo ni cierto ni justo, porque creo que lo planteaste muy bien.
Otra cosa, ya que como estamos en un final de hilo en el que no interferimos en la marcha de nadie podemos demorarnos (si tú quieres) en conversar; siempre me ha llamado la atención cuando, ante cualquier acontecimiento de su vida, alguna persona dice “¡es que sería mi destino!”; tengo la sensación de que al decirlo se está creyendo ombligo del mundo y que imagina que todas las circunstancia van encaminadas exclusivamente a que se cierre su propio círculo, y, en tal caso, ¿con los destinos de los otros que pasa?, ¿es que los otros círculos son de categoría inferior y da lo mismo si se cierran o no?
Se me viene a la cabeza una imagen que recuerdo de cuando estudiaba el bachiller y representaba gráficamente la “teoría de los conjuntos”, que no sé si se sigue estudiando. Cada círculo era un conjunto de elementos A (por ejemplo), y otro círculo de elementos B y otros de C. Luego los círculos se montaban parcialmente los unos sobre los otros, de manera que había sectores que se convertían en un nuevo conjunto A+B, o A+C, o B+C, o A+B+C…
Puede parecer una bobada, o estar yo contándolo muy mal, pero es algo muy de ese estilo como me hago la idea de que funcionan las vidas, y los destinos, y los libres albedríos, y las responsabilidades propias y ajenas, y las culpas, y las deudas, y… Todo.
Y me paro porque puedo muy bien estar escribiendo sandeces.

Anónimo dijo...

Casi todos los comentarios aquí reflejados son basura , excepto casos puntuales nadie aporte nada que no sea, todo lo contrario a la esencia del libro. No es así esto? O también se le puede dar vueltas a esto?

Y yo no soy de aquí ni tengo q ver con el blog ni estaré más

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