Textos recogidos del libro "49 RESPUESTAS A LA AVENTURA DEL PENSAMIENTO"
de Eduardo Pérez de Carrera publicados por el Aventurero.
Presentación
Un grupo de amigos hemos decidido poner en la red el libro, “49 RESPUESTAS A LA AVENTURA DEL PENSAMIENTO”, porque creemos que es especial. Su autor, Eduardo Pérez de Carrera, nos sugiere a lo largo de sus páginas nuevas formas de percibir nuestra vida, de entender la Historia, de interpretar la realidad que nos rodea. Nuestro propósito es convertir este sitio en un espacio abierto de reflexión donde tengan cabida todos los comentarios que se nos hagan llegar sobre lo que a cada cuál le sugieran o le hagan sentir los párrafos del libro. Nosotros nos limitamos a publicar cada quince días un nuevo párrafo y a invitaros a que participéis.
Páginas
1 oct 2011
Texto 3.6
3.6 "Los paisajes quedaron marcados por extraños y perfectos sensogramas que reproducían la geometría de las estrellas, filas kilométricas de columnas seguían las dragas subterráneas y las líneas de fuego de la Tierra, espirales perfectas contaban los ritmos vibrantes de las esferas; ¿y cómo, con qué instrumentación marcaron aquellas gentes cruces de líneas milimétricos a cientos de kilómetros?, ¿tenían objetos voladores?; los brujos mexicanos de las sierras taraumaras relatan historias de cómo en determinados estados de hiperconsciencia son capaces de trasladar su mirada a los ojos de los grandes pájaros planeadores, y así detallan a la tribu los paisajes, definen los viajes y travesías, localizan el agua y miran de cerca los ojos de los dioses."
15 sept 2011
Texto 3.5
3.5 "¿No estarían las culturas megalíticas ritualizando una misteriosa acupuntura de la Tierra?, ¿conocían, valoraban y distinguían aquellos colosos las características del cuarzo, de los semiconductores, de los metales?, ¿cómo y por qué se borraron aquellas enseñanzas?, ¿o quizá no se borraron?... Parece que no hay suficientes claves para poder contestar con coherencia a estas y muchas otras preguntas, pero sí hay señales que permiten deshacer las teorías que han contado los supuestos expertos: hombres rudos y elementales transportando a empujones pedruscos de varias toneladas como extraño hobby porque no tenían otra cosa que hacer, mientras el cojo de la tribu pintaba palotes absurdos y bisontes raros en una cueva perdida, escondida e inaccesible."
Etiquetas:
Acupuntura,
Monumentos megalíticos,
Prehistoria
1 sept 2011
Texto 3.4
3.4 "Filas de menhires de piedra especialmente buscada trazaron miles de meridianos sobre la superficie geográfica, dólmenes y puertas iniciáticas jalonaron los puntos estratégicos. Fue el tiempo de los Titanes, cuando todavía Cronos marcaba el compás de la evolución con un ritmo binario implacable. Cabe añadir que aún se pueden encontrar miles de piedras milimétrica y geométricamente plantadas, y muchas de ellas enterradas por el tiempo, o quien sabe si por aquellos que consideraron importante su permanencia. La Medicina china practica desde hace miles de años el arte del conocimiento de los meridianos energéticos que recorren la fisiología humana, plantan agujas en partes estratégicas para estimular el flujo de los retornos y para eliminar obstáculos en la purificación de la inteligencia."
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Acupuntura,
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Prehistoria
15 jul 2011
Texto 3.3
3.3 "Pero el paso realmente portentoso es el nacimiento de la Agricultura cerealera. Al trigo, a la avena, al centeno, al maíz, se deben los asentamientos estables, la decadencia de las hordas y el nacimiento de las ciudades; ¿quién lo hizo?, ¿una cuadrilla de cazadores reflexivos, mientras afilaban su cuchillo de sílex, decidieron pasar a cosecheros?; puede que parezca ciencia ficción, pero aquellas gentes parece que establecieron una auténtica colaboración energética con la Tierra. Y ofrecieron sacrificios, o quizá la remodelaron o remodelaron su fuerza, modificaron o al menos así lo creyeron sus líneas de energía, la configuraron hacia otra forma alternativa de vida, larvaron un modelo social que ha llegado hasta este tiempo."
1 jul 2011
Texto 3.2
3.2 "Las cuevas rupestres muestran vestigios de obras, no solo históricas y antropológicas sino con verdadera factura artística. Pocos dudan hoy, excepto los muy interesados en mantenerlo, que no fueron cobijos o viviendas de elementales cazadores sino verdaderos santuarios. Parece, por la condición de tabú que aquellos pueblos atribuían a la piedra, que las viviendas eran construidas a base de madera en forma de palafitos; esos pueblos pasaron de ser recolectores y cazadores trashumantes a agricultores y ganaderos, dando lugar a aposentamientos estables. La selección genética para lograr el animal doméstico requiere un minucioso y complicado proceso y sobre todo la transformación de frutos silvestres en cosechables es aun hoy un verdadero misterio sobre el que se fabulan todo tipo de especulaciones."
15 jun 2011
PRÓLOGO A LA CARTA NÚMERO TRES. RASTROS DE NUEVOS TIEMPOS. Texto 3.1
3.1 "Antiguas leyendas más allá de la Teogonía de Hesiodo describen a la Tierra como un ser vivo y relatan la vida en la Tierra como una asociación parasitaria de mutuas conveniencias; los postulados herméticos, la Cábala, la Alquimia y casi todas las viejas mancias hablan de la memoria de la Tierra, de las piedras sagradas, de los poderes de las gemas, de los lugares especiales donde la vida transcurre a otra velocidad. Cientos de fantasías de lugares ocultos donde se forman los sabios circulan por todos los caminos y traspasan las fronteras de las lenguas. Esas fantasías anidaron en la consciencia de los hombres, se insertaron en sus culturas y fueron transmitidas simbólica y oralmente durante generaciones, y aún continúan vivas. Aveces guardadas fielmente por brujos o iniciados, otras insertadas en mitos y cuentos populares, pero siempre rodeadas de una atmósfera de magias y secretos."
COMENTARIO DEL AVENTURERO
Posiblemente es nuestro modelo occidental, tan autosuficiente, el que más ha desacralizado su relación con la tierra. Caminamos por asfalto, nos saltamos los ciclos naturales y quemamos a los muertos para aprovecharnos de su energía. Parece que hemos roto viejos pactos con la tierra olvidando que en ella se engendró la vida aún sin saber muy bien cómo.
Obviamos la multiplicidad de elementos que confluyen en cada lugar, ignorando que el espacio, forzosamente conlleva que cada sitio sea diferente del resto y que a su vez, el tiempo, inspira momentos únicos solo analogizables de forma cíclica.
Piramides, templos o menhires regados por la tierra en lugares sagrados en otras civilizaciones le parecen al hombre de hoy magnificencias caprichosas que nos invitan a salir de nuestra charca para hacer turismo. Sin embargo, su misteriosa factura y su desconocido propósito nos acercan a un funcionamiento mágico entre los diferentes elementos de la cosmogonía.
COMENTARIO DEL AVENTURERO
Posiblemente es nuestro modelo occidental, tan autosuficiente, el que más ha desacralizado su relación con la tierra. Caminamos por asfalto, nos saltamos los ciclos naturales y quemamos a los muertos para aprovecharnos de su energía. Parece que hemos roto viejos pactos con la tierra olvidando que en ella se engendró la vida aún sin saber muy bien cómo.
Obviamos la multiplicidad de elementos que confluyen en cada lugar, ignorando que el espacio, forzosamente conlleva que cada sitio sea diferente del resto y que a su vez, el tiempo, inspira momentos únicos solo analogizables de forma cíclica.
Piramides, templos o menhires regados por la tierra en lugares sagrados en otras civilizaciones le parecen al hombre de hoy magnificencias caprichosas que nos invitan a salir de nuestra charca para hacer turismo. Sin embargo, su misteriosa factura y su desconocido propósito nos acercan a un funcionamiento mágico entre los diferentes elementos de la cosmogonía.
1 jun 2011
Texto 2.23
2.23 "Quizá toda doctrina, desde su vocación de servicio al poder, tiene la intención de transformar el sufrimiento en bondad, la pobreza en pureza, la inseguridad en necesidad y la depresión en rezo resignado; hacer una clasificación jerárquica del mundo que nos rodea es haber perdido el impulso que dio origen al nacimiento, es mirar el mundo como si tuviésemos al alcance toda la realidad; las cosas son como son, dicen los tontos, que ponen sus pies encima de cuanto ignoran, mientras se acercan a la muerte sin saber quiénes son."
COMENTARIO DEL AVENTURERO
La doctrina acota lo que se cree como realidad única, ignorando que cada ojo mira la vida desde un prisma individual e irrepetible. El adoctrinamiento limita las posibilidades de expansión; encorseta, ajusta, enumera, valora, controla y ordena, sugiriendo que sin ella sólo nos espera el vacío. Pero quizá sea ese vacío lo que deberíamos perseguir.
Somos progresivamente adoctrinados por los pastores de este sistema, encargados de controlar el rebaño en esta trashumancia ideológica. Y mientras creamos conocer el terreno que pisamos, mientras no seamos capaces de asumir que existen claves que no vemos pero que esperan pacientes a que limpiemos la mente y despertemos nuestros sentidos, quizá descubramos estupefactos que no sólo somos rebaño, sino que también somos pastores. Somos verdugos de nuestras propias posibilidades de felicidad. La felicidad de levantar el vuelo por encima de la supervivencia y de abrir los ojos ante lo que todavía se presenta invisible. La felicidad de estar a un paso de descubrir qué hacemos aquí.
Enfrentar el supuesto vacío al que nos arroja la ausencia de certezas, debería ayudar a iniciar ese camino.
COMENTARIO DEL AVENTURERO
La doctrina acota lo que se cree como realidad única, ignorando que cada ojo mira la vida desde un prisma individual e irrepetible. El adoctrinamiento limita las posibilidades de expansión; encorseta, ajusta, enumera, valora, controla y ordena, sugiriendo que sin ella sólo nos espera el vacío. Pero quizá sea ese vacío lo que deberíamos perseguir.
Somos progresivamente adoctrinados por los pastores de este sistema, encargados de controlar el rebaño en esta trashumancia ideológica. Y mientras creamos conocer el terreno que pisamos, mientras no seamos capaces de asumir que existen claves que no vemos pero que esperan pacientes a que limpiemos la mente y despertemos nuestros sentidos, quizá descubramos estupefactos que no sólo somos rebaño, sino que también somos pastores. Somos verdugos de nuestras propias posibilidades de felicidad. La felicidad de levantar el vuelo por encima de la supervivencia y de abrir los ojos ante lo que todavía se presenta invisible. La felicidad de estar a un paso de descubrir qué hacemos aquí.
Enfrentar el supuesto vacío al que nos arroja la ausencia de certezas, debería ayudar a iniciar ese camino.